Quantcast

Cultura

ENTREVISTA

“Cualquier tertuliano dice una ocurrencia sobre Hernán Cortés y eso es lo que llega al gran público”

El historiador especializado en las relaciones entre España y América en el siglo XVI, Esteban Mira Caballos, publica una nueva biografía del personaje

El historiador Esteban Mira Caballos (Cortesía Planeta)

Lideró la expedición que supuso el final del Estado mexicano e inició la conquista del país. Exploró el océano Pacífico y buscó un estrecho que facilitase el comercio entre Europa y Asia. Hernán Cortés logró lo que quienes se embarcaron en la conquista buscaron con desesperación: honra y fortuna para su linaje. A pesar de su centralidad, una losa de confusión sepulta su figura. En su nombre o contra él, se repiten los mismos tópicos.

Esteban Mira Caballos, historiador especializado en las relaciones entre España y América en el siglo XVI, propone ahora un estudio sobre Hernán Cortés basado en los datos. Publicada por Crítica, Hernán Cortés. Una biografía para el siglo XXI se propone abordar al personaje valiéndose de la metodología histórica e incorporando los aportes de las investigaciones de los últimos años. “Creo que hacía falta una nueva biografía ecuánime del personaje que respondiese a las preguntas y a las inquietudes de un lector del siglo XXI”, explica Mira Caballos a Vozpopuli.

Doctor en Historia de América por la Universidad de Sevilla, Mira Caballos ha dedicado varios volúmenes a Cortés, una figura que conoce de cerca y sobre la que asesoró a los creadores de la serie de Amazon Prime protagonizada por Oscar Jaenada. Ha publicado además los libros Francisco Pizarro: una nueva visión de la conquista del Perú (Crítica, 2018) y Las armadas del Imperio: poder y hegemonía en tiempo de los Austrias (2019). 

Incluso después de la conmemoración de los 500 años del arribo de Cortés a las costas de lo que hoy es México, en 2019, quedan muchos flecos e hilachas que cada quien usa como mejor le convenga. Desde la hipérbole interesada a la que han recurrido desde el presidente mexicano Manuel López Obrador, que exigía a España una disculpa por la conquista, hasta el actor Javier Bardem, que se despachó a gusto. La complejidad del personaje no lo redime, lo explica. Por eso Mira Caballos se propone un estudio de su figura histórica evitando prejuicios ideológicos. 

Es su tercer libro consecutivo sobre Hernán Cortés, un personaje que, incluso cinco siglos después, irrita. ¿Por qué causa tanto rechazo? ¿Tan efectiva fue la leyenda negra?

Yo no hablaría de rechazo, llevo años reuniéndome en congresos con profesores españoles, mexicanos, y algunos estadounidenses, alemanes, franceses e ingleses y no tenemos grandes dificultades para llegar a acuerdos. Somos historiadores y sabemos lo que ocurrió. Otra cuestión diferente es a pie de calle, en México. Hay un sector importante de la población a la que le han enseñado en el colegio que Hernán Cortés fue un invasor que destruyó México, aniquilando la milenaria e idílica civilización prehispánica. Obviamente, es falso, porque en México, como es bien sabido, hubo una guerra donde la mayoría de los combatientes eran naturales del Anahuac. Ni los mexicas eran exactamente el México actual ni los que lo destruyeron eran exactamente españoles. Sin embargo, también hay que matizar esto: primero, en general, cuando uno se identifica como español en México es visto con simpatía, exactamente igual que cuando un mexicano viene a España y se le recibe con aprecio. Y hablo por experiencia personal, pues además tengo muchos y muy buenos amigos mexicanos. Y segundo, puede que no le hagan homenajes ni le levanten estatuas, pero ahí, en el centro de México, está el hospital de Jesús, fundado por Hernán Cortés, que dispone de quirófanos y de UVIs móviles que exhiben el escudo de Hernán Cortés. Y puedo asegurar -porque lo he visto- que ningún mexicano pone ningún reparo en ser atendido por los sanitarios del hospital fundado por el extremeño.

Sobre Hernán Cortés existen dudas incluso hasta sobre su fecha de nacimiento. ¿Quiénes y cuántos han sido los más interesados en lapidar o borrar la figura de Cortés?

Quiero insistir otra vez en una idea que no veo exactamente cierta. He repasado toda la bibliografía cortesiana desde el siglo XVI hasta febrero de 2021. Debo decir que la historiografía europea y estadounidense es en general laudatoria, con muy pocas excepciones. En cuanto a la historiografía mexicana, hasta la Independencia fue igualmente laudatoria. Fue a partir de la Independencia cuando los criollos novohispanos convirtieron al extremeño en la diana de todas sus iras, reforzando así sus convicciones de romper los lazos con la metrópolis. Pero incluso después de la Independencia ha habido en México dos corrientes historiográficas: la conservadora, muy minoritaria, que veía en el metelinense al fundador del país mestizo, destacando los logros de la época virreinal. Y la liberal, hegemónica, que defendía los orígenes prehispánicos de la nación mexicana y señalaba al extremeño como un vulgar asesino que destruyó el apacible e idílico reino de Moctezuma. Por último, huelga decir que los grandes cortesianistas contemporáneos son mexicanos: Lucas Alamán, José Vasconcelos, Carlos Pereira, José Luis Martínez, Juan Miralles, Rodrigo Martínez Baracs…

Hacía falta una nueva biografía ecuánime del personaje que respondiese a las preguntas y a las inquietudes de un lector del siglo XXI

Juzgamos la conquista con los ojos siglo XXI. Y pasa lo que pasa: al asomarnos a la historia terminamos matando moscas a cañonazos. ¿Qué implica exactamente una biografía de Hernán Cortés para el siglo XXI?

Creo que hacía falta una nueva biografía ecuánime del personaje que respondiese a las preguntas y a las inquietudes de un lector del siglo XXI. Una buena parte de la bibliografía cortesiana contemporánea debe ser impugnada porque se ha hecho desde la ideología y no desde la ciencia histórica. Por ello, resultaba fundamental actualizar la biografía de Hernán Cortés, con una metodología del siglo XXI y tratando de contextualizar su figura. En esta nueva biografía me he planteado tres objetivos: primero, actualizar su biografía con los aportes de las últimas décadas, que han sido muchos. Segundo, revisar de nuevo los archivos para perfilar muchos aspectos sobre los que seguían existiendo dudas. Y tercero, usar una metodología del siglo XXI, tratando de contextualizar su figura en su época al tiempo que daba respuesta a las preguntas de un lector del siglo XXI. 

Propone una ponderación ecuánime de la vida y los hechos del personaje. Si ya eso es una empresa difícil, ofrecer material inédito también. ¿Cuáles son sus hallazgos más importantes?

Aunque no quiero parecer inmodesto, una cosa es una biografía divulgativa que la puede escribir una persona en un año, leyendo varios libros precedentes de fondo, y otra es una biografía de fondo. Llevo pensando en Hernán Cortés más de treinta años, y le he dedicado varios libros e infinidad de artículos. Este libro es mi última palabra sobre el personaje, en el que he volcado todo el saber acumulado por mí en estas tres décadas. Obviamente, el personaje es el mismo, no me puedo inventar una nueva biografía. Pero hay decenas de detalles que he podido corregir y/o puntualizar revisando toda la documentación. Pequeños detalles, como que nació en 1484 y no en 1485, o su parentela, extensísima, porque tenía decenas de primos y algunos tíos carnales, muchos de los cuales estuvieron con él en su aventura ultramarina. Su paso por la Universidad de Salamanca quedó bien demostrado que es un mito, aunque tuviese una cierta formación académica. Asimismo, he descubierto datos de su etapa en la isla España y de cómo el viejo gobernador frey Nicolás de Ovando, que gobernaba la isla como un convento de la orden, lo deportó a España, regresando a la isla en diciembre de 1506. En fin, son decenas de detalles que solo se pueden descubrir releyendo las fuentes primarias. Un esfuerzo muy grande que solo pueden valorar otros investigadores que saben lo que es la ardua y poco reconocida labor de archivo. 

La imprenta jugó un papel fundamental en la conquista, y Hernán Cortés tenía el don de la escritura que no tuvieron otros conquistadores

Hernán Cortés se valió de los enfrentamientos entre tlaxcaltecas y mexicas para abrirse paso. ¿Era la ‘propaganda’ mejor entonces que ahora? ¿Hasta qué punto esta épica nos propone un espejismo?

La imprenta jugó un papel fundamental en la conquista, y Hernán Cortés tenía el don de la escritura que no tuvieron otros conquistadores. Para mí, la mayor genialidad de Hernán Cortés fue su capacidad para conseguir su propia heroización mediante sus cartas de relación y rodeándose de grandes intelectuales como Francisco López de Gómara y Francisco Cervantes de Salazar. El propio metelinense dirigió intencionadamente su propio proceso de heroización. Y será lo que queramos, pero lo cierto y verdad es que cinco siglos después seguimos hablando de él y hay cortesianistas lo mismo en España que en otros países del mundo como Israel -estoy pensando en Tzvi Medin-, en Alemania -Stefan Rinke-, en Francia -Bernard Grunberg- o en Suecia -Magnus Mörner-.

La conquista es, después del cristianismo y la caída del Imperio Romano, lo más importante que ha ocurrido. Lo descoloca absolutamente todo. Me gustaría su opinión al respecto.

Sin duda, la conquista cambió el mundo en pocas décadas. En muy poco tiempo el trasiego de personas, ideas y mercancías sentaron las bases de un mundo global. Eso es innegable, y el propio AMLO, presidente de México, ha reconocido que Hernán Cortés está en el génesis del México mestizo actual. Sin embargo, tampoco podemos negar -sin complejos y sin absurdos perdones- la destrucción. El binomio destrucción-creación ha estado presente a lo largo de varios milenios de historia. Sobre las cenizas del mundo prehispánico se alzó el México mestizo que todos queremos, admiramos y conocemos. Durante la época virreinal México se convirtió en la capital de facto del Imperio Habsburgo. Los problemas del México actual no empezaron ahí sino más bien a raíz de la Independencia y especialmente desde 1846 a 1848 cuando perdieron más de la mitad de su territorio nacional a manos de los Estados Unidos. Eso sí que fue una página negra en la historia de México que les ha afectado y afecta muy directamente. No olvidemos que Texas, por ejemplo, es el Estado más rico de Estados Unidos, con las mayores reservas petrolíferas de todo el continente americano.

Si pudiésemos trazar un paralelismo, ¿quién sería hoy equiparable a Hernán Cortés?

Es difícil establecer una comparativa, pero desde luego no sería un general de brigada sino un youtuber de éxito o un empresario emprendedor como Bill Gates.

Por qué es tan turbia la relación de España con su historia? ¿Programas educativos? ¿Uso propagandístico? ¿Desinterés?

Es complejo, yo soy profesor de bachillerato y el tema del descubrimiento, la conquista y la colonización de América es una pregunta breve de selectividad de 20 líneas que se estudia en media hora de clase. Sin embargo, ese no es el problema pues de hecho ya es un privilegio que Historia de España sea una asignatura obligatoria en 2º de bachillerato para todas las modalidades y que además sea una de las cuatro asignaturas troncales de Selectividad. El gran problema es que los historiadores hemos perdido la conexión con la calle, haciendo dejación de responsabilidad. La mayoría nos dedicamos a nuestra labor de archivo y biblioteca y publicamos para nosotros. Hay miles de libros de Historia de España en los anaqueles donde se analiza todo con detalle y con rigor. El problema es que no traspasamos las fronteras de la academia y no llegamos a pie de calle. Después, cualquier tertuliano, político o aficionado dice la primera ocurrencia y eso es lo que llega al gran público. Y no el trabajo callado de los historiadores. Yo me dedico a divulgar en redes y a publicar para el gran público porque creo que los historiadores debemos recuperar el contacto con la sociedad. Y cuando la historia quede en manos de los profesionales, de los historiadores, y seamos capaces de crear opinión, las cosas empezarán a cambiar. 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.