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Cultura

Eduard Fernández se embarca en el Open Arms: "No hay que dejar morir por un asunto político"

Protagoniza 'Mediterráneo', película que narra el origen de la ONG y uno de los títulos preseleccionados para representar a España en los Oscar

El intérprete Eduard Fernández ostenta desde hace varios años el honor de ser el actor "de las mil caras", y no solo por haber dado vida a Francisco Paesa en la película de Alberto Rodríguez en torno al exagente secreto del gobierno español, sino por su capacidad de mutar de un personaje real a otro y conseguir lo que otros intérpretes no logran: plasmar la humanidad que en pocas ocasiones se llega a conocer a través de los libros de historia o de los relatos periodísticos.

Una vez más, el actor consigue transmitir la faceta más humana del personaje en Mediterráneo, un filme que se detiene en los orígenes de la ONG Open Arms y que muestra la cara más amarga de la supervivencia y de las alternativas que existen en los países en conflicto. El mar junto al que ha crecido el barcelonés se convierte aquí en un lugar hostil y tanto su trabajo como el de sus compañeros de reparto -entre ellos, Dani Rovira, Anna Castillo o Sergi López- se ponen en esta ocasión al servicio de una historia que pretende remover conciencias y ser útil, tal y como ha señalado el actor en declaraciones a Vozpópuli.

Junto a Madres paralelas, de Pedro Almodóvar, y El buen patrón, de Fernando León de Aranoa, Mediterráneo, que dirige Marcel Barrena, es una de las tres películas preseleccionadas para representar a España en la próxima edición de los premios Oscar. La cinta, que tuvo su puesta de largo hace unos días en el Festival de San Sebastián, llega este viernes a los cines españoles y Eduard Fernández da vida en ella a Óscar Camps, fundador de la ONG.

Pregunta: Cuando uno interpreta un personaje con ese coraje, y también con cierto grado de inconsciencia que le permite ser tan valiente, ¿se replantea lo que hace?

Respuesta: Camps es muy consciente de todo lo que hace, lo que no sabe es cómo va a seguir el cuento. Él es fiel a sí mismo. Me pareció muy hermoso ver cómo una persona sola puede llegar a hacer mucho. Óscar se puso en viaje no para llegar a ser lo que es, sino para, ya que era socorrista, ir donde están los problemas.

-P: En la edición del Festival de San Sebastián que acaba de terminar se han presentado dos películas españolas que abren debates y obligan a mirar realidades incómodas. Una es Maixabel y otra Mediterráneo. ¿Existe el riesgo o el miedo a recibir rechazo?

R: Sé que hay gente que debate sobre el Open Arms, sobre si está bien o está mal, y creo que están desinformados. Está bien conocer la situación a través de esta película. A veces uno hace películas cuyo tema es más importante que la cinta misma, y este es el caso de Mediterráneo. Como dice en la película Óscar Camps: "Solo salvo vidas, solo cumplo con el derecho marítimo, con la ley". Si la gente que se replantea Open Arms estuviera en su situación y se encontrase con una barca, también la salvaría.

P: ¿Has pensado en el motivo por el que no hay unanimidad sobre este asunto en la UE, y tampoco en España cuando afecta a las costas nacionales?

Lo que hace Óscar Camps y Open Arms es humanitario. El problema que exista una vez se salvan vidas -que creo que a nadie le puede parecer mal- se convierte en un problema político, pero no hay que dejar morir por evitar el problema político.

P: ¿Qué temas urgentes le revuelven el estómago?

R: El medio ambiente y el trato a las mujeres, de lo que he aprendido mucho con mi hija y con mi novia. El machismo que impera y del que uno no es consciente que también lo tiene, y que está tanto en hombres como en mujeres.

P: En Mediterráneo interpretas a un personaje real, Óscar Camps, a quien has conocido. ¿Qué te entró más curiosidad por conocer en vuestros encuentros?

R: A él, como persona, que es mi trabajo, buscar la humanidad, saber desde dónde abordar todo lo que cuenta, qué mira él cuando observa el mar buscando náufragos. Tenemos muchas cosas en común: la misma edad, los dos somos catalanes, nos gusta el mar, nadar, la misma música y somos tímidos. Quise ver la claridad que tiene, la falta de juicio hacia los demás, lo radical que es, en el buen sentido, con lo que hay que hacer y lo que no se puede permitir. Es uno de los personajes que he interpretado que más me ha tocado, junto al de Pere Casaldáliga, un santo al que interpreté hace años.

Tenía la esperanza de que Paesa me llamara un día y me dijera que estaba en el café de la esquina, pero nunca me llamó. Estoy seguro de que si quiere tiene mi teléfono", comenta el actor

P: No son los únicos personajes reales. Antes ya diste vida a Paesa y Millán-Astray, a los que no conociste.

R: Tenía la esperanza de que Paesa me llamara un día y me dijera que estaba en el café de la esquina, pero nunca me llamó. Estoy seguro de que si quiere tiene mi teléfono. Son personajes históricos muy distintos todos. Millán-Astray era una fiesta hacerlo, pero no puedo juzgar a un personaje cuando lo interpreto.

P: ¿Resulta difícil interpretar a un personaje al que has conocido o quizás tener esa distancia histórica lo hace más sencillo?

No sé si es más difícil, es distinto, aunque cuando no está tan presente tienes más libertad. Óscar Camps y Pere Casaldáliga decían cosas parecidas. Casaldáliga era un obispo de la Teoría de la Liberación, sobre quien hice un biopic para TV3, y lo conocí, y ha sido lo más emotivo que me ha ocurrido en la vida, no hay personajes de esta talla. Ellos dicen que lo importante no son ellos sino sus causas, no querían hacer una película sobre sus personas. Inevitablemente, tiene que salir él y tener peso y corporeidad, pero siempre en función de salvar vidas.

P: Como ocurre con muchos personajes públicos, algunos medios publicaron informaciones con claroscuros sobre Óscar Camps.

R: Hay que saber qué claroscuros plantean y hasta qué punto es manipulación o no que digan que es un empresario que se dedica a ganar dinero con esto, y no es así. Hay gente que quiere cargarse al personaje manipulando y mintiendo lo que haga falta. Claro que tiene su ego, como tenemos todos, y no es que haya claroscuros en el personaje, es que hay humanidad, evidentemente, pero creo que todo está al servicio de la historia. Si uno llega a ser quien es él es porque tiene una parte del motor muy activa y una parte del ego debe funcionar en eso.

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