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Cultura

Cine en blanco y Negrete: 'Despertares', elogio de las pequeñas cosas de la vida

La película muestra cómo el día a día nos atrapa a todos, y nos impide fijar la mirada en los pequeños detalles, que son los que hacen que una existencia valga la pena

Imagínense que tu vida se para en este mismo instante. Que todos los sueños que albergaste y las promesas de futuro quedan en un paréntesis. Que tu amor, tus amigos, tu familia, se desvanece en un etéreo sueño del que no despiertas hasta 40 años después. Eso ocurrió en la vida real y dio testimonio de ello el neurólogo Oliver Sacks en su libro ‘Despertares’, llevado al cine en 1990. La película que recomendamos hoy en Cine en Blanco y Negrete.

A finales de los años sesenta, el neurólogo Malcolm Sayer, interpretado por Robin Williams, decide utilizar un medicamento nuevo para tratar a sus pacientes de encefalitis letárgica, enfermedad que mantiene en estado vegetativo a quienes lo padecen. Poco a poco empezará a manifestarse cierta mejoría en los pacientes, especialmente en Leonard Lowe, al que pone cara, Robert de Niro.

La película es un canto a la vida, una clara apelación al ‘carpe diem’. Algo tan simple y barato como dar un paseo es un regalo divino para mucha gente que no puede permitírselo por su estado de salud. El día a día nos atrapa a todos, y nos impide fijar la mirada en los pequeños detalles, que son los que hacen que una existencia valga la pena.

Oliver Sacks escribió que el espíritu humano es más fuerte que cualquier droga y hay que alimentarlo con trabajo, ocio, amistad y familia, es decir, con las cosas importantes, las que habíamos olvidado, las sencillas.

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