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Motor

Las ventas de turismos diésel en España retroceden a los niveles de hace veinte años

Los datos de matriculaciones de coches con motor diésel en España están en los niveles de 1998.

Las ventas de vehículos diésel en España acumulan cinco años de descensos y se sitúan a niveles de 1998 tras caer el pasado año un 14,9%, mientras que las de gasolina se incrementaron un 15,2%, un cambio de tendencia que ha modificado la composición del parque automovilístico español.

En concreto, en 2013 se siguieron vendiendo en España más coches diésel que gasolina (67% frente al 31%), pero fue la primera vez que la cuota de mercado del gasoil bajó y desde entonces lleva cayendo de forma sostenida hasta situarse en 2017 en un 48,4% frente al 46,1% de los vehículos de gasolina, según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) que recoge Efe.

Este cambio en el reparto de ventas de diésel y gasolina depende de varios factores, como el debate generado en torno a los diferentes niveles de emisiones de contaminación de dióxido de carbono (CO2) y óxidos de nitrógeno (NOx) y quién contamina más.

El descenso de ventas de vehículos diésel y el aumento de los de gasolina, tendencia que continúa en el primer semestre de 2018, ha provocado que se "disparen" las emisiones medias de CO2 de los coches nuevos vendidos en España, hasta los 116 g/km, dos gramos más en comparación con el mismo periodo de 2017, según datos de la consultora MSI para la patronal de los concesionarios Faconauto.

De hecho, hasta el pasado mes de julio, se matricularon algo más de 320.000 turismos y todo terreno con motor diésel frente a las 544.000 unidades con motores de gasolina. Un cambio de tendencia que afecta a todos los segmentos del mercado. 

En el debate han entrado ciudades como Madrid y Barcelona, que exigieron el pasado mes de febrero al Gobierno la implicación en el "problema de Estado" de la contaminación, con la aplicación de medidas como el fin de las ventajas fiscales a los vehículos diésel.

Con el nuevo Ejecutivo, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, señaló en julio que "el diésel tiene los días contados" por el impacto negativo que tiene en el aire que respiramos. La patronal de fabricantes (Anfac), de vendedores (Ganvam) y de concesionarios (Faconauto) reaccionaron pidiendo al nuevo Gobierno "moderación", evitar lanzar "dardos sin fundamento" y diálogo.

La patronal de componentes de automoción Sernauto recordó además que hace años la UE decidió apostar por los motores diésel por ser "más eficientes y emitir menos CO2 -responsable del cambio climático- que los equivalentes de gasolina".

Con las diferentes normativas EURO, las emisiones de NOx de los motores diésel -consideradas cancerígenas por la OMS- han ido reduciéndose hasta llegar a niveles muy bajos, por lo que, para Sernauto, "no es lo mismo un vehículo diésel actual que uno de hace veinte años".

En este proceso, destacó que la industria de la automoción ha contribuido "significativamente" a la reducción de emisiones de los vehículos diésel, los cuales han alcanzado unos niveles de emisiones de NOx y partículas equiparables a los de gasolina.

Desde Bruselas, el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, afirmó que hay modelos diésel hoy en día mucho menos contaminantes que en el pasado y que cumplen con la normativa europea. Por ello, dijo, es "erróneo hablar del diésel en general".

El Gobierno estaría estudiando además, según apuntó recientemente la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la equiparación de los impuestos sobre el diésel y la gasolina dentro de la nueva fiscalidad verde, un proceso que será progresivo y que excluirá el combustible usado por los profesionales del transporte.

El debate sigue abierto a la espera de que el Ejecutivo concrete sus medidas y se tomen decisiones, incluido los ámbitos regional y local, que permitan clarificar cuál es y será el papel del diésel en el mercado automovilístico español.

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