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Miles de jóvenes celebran un macrobotellón en Ciudad Universitaria sin medidas sanitarias

La Policía Municipal no acudió al lugar donde se congregaban los jóvenes porque no tenían el permiso del rector, necesario para acceder a las inmediaciones de las universidades

Un estudiante entra al metro de Ciudad Universitaria.

La pasada madrugada del viernes se congregaron en la Ciudad Universitaria, cerca de las facultades de Derecho y Filología, cientos de jóvenes para beber, incumpliendo todas las medidas de seguridad, ni mascarillas ni distancia de seguridad.

Las denuncias en redes sociales no han tardado en aparecer, por ser "una vergüenza" para los jóvenes que se toman en serio evitar la expansión del coronavirus. Muchos de los asistentes se justificaban diciendo que "ya estaban vacunados". Los presentes bromeaban diciendo que "esto no lo desaloja ni el ejército".

La Policía Municipal no acudió al lugar donde se congregaban los jóvenes, porque no tenían el permiso del rector necesario para acceder a las inmediaciones de las universidades. Pese a ello, el cuerpo de seguridad está llevando a cabo desde hace meses un plan de refuerzo para evitar las concentraciones de personas. Para ello, emplean 200 agentes extra y drones.

Botellón en Barcelona

En Cataluña también se vivió anoche un suceso similar. Un macrobotellón convocado por las redes sociales ha congregado esta madrugada a centenares de jóvenes en el campus de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB), en el municipio de Cerdanyola del Vallès, lo que ha ocasionado un colapso en las carreteras que dan acceso al recinto, así como la saturación en la línea de tren de los Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) que tiene parada en la estación de Bellaterra.

El macrobotellón, según han informado a EFE fuentes de los Mossos, comenzó a ocasionar problemas en las carreteras sobre las 23:30, cuando se registraron caravanas para acceder en coche al campus, ubicado junto a la autopista AP-7, paralela a la vía de alta capacidad B-30, y junto al nudo que las enlaza con la C-58 y la N-150, entre otras.

Asimismo, usuarios de los FGC narran en las redes sociales cómo los vagones que iban hacia Bellaterra iban saturados de jóvenes, algunos de los cuales bebían, cantaban y fumaban en el interior del convoy.

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