El nuevo plan de los ladrones de lujo: sobornar a los instaladores de cámaras

La Policía Nacional siempre recomienda a la población que no suban en redes sociales instantáneas de sus vacaciones o del interior de sus casas para no dar pistas a los ladrones. Una consigna que no es compartida por futbolistas, empresarios o famosos que exponen su vida en todo tipo de plataformas. Unas fotografías que facilitan el trabajo de los grupos criminales de Europa del Este que son expertos en los robos en viviendas de lujo y que planifican al milímetro cada movimiento, según aseguran fuentes policiales a Vozpópuli.

El último de esta larga lista de víctimas fue el jugador del Barça, Pierre-Emerick Aubameyang, quien sufrió una agresión la madrugada del lunes en su domicilio de Castelldefels en Barcelona cuando unos ladrones irrumpieron para robarle. Los encapuchados le amenazaron con armas blancas y a punta de pistola para luego golpearle.

Es la segunda vez que roban su casa en menos de dos meses. Los investigadores sospechan que en ambos atracos participó el mismo grupo. La primera vez el jugador del Barcelona no estaba en su vivienda. En esta segunda, los ladrones le intimidaron para que les diera el acceso a la caja fuerte y se hicieron con diversas joyas.

Según las pesquisas, los asaltantes habrían accedido por el jardín para luego, tras el robo, huir en un Audi A3 blanco. Aún no hay detenidos por estos hechos pero los Mossos d'Esquadra reúnen las pruebas para intentar identificar a los cuatro hombres que asaltaron el domicilio del futbolista.

Aubameyang no ha sido el único jugador que ha sufrido un robo en lo que llevamos de verano pero sí el primero que se encontraba en su domicilio en el momento del asalto. Samu Castillejo, Verratti, Mustafi o Morata han sido otros futbolistas en la lista de víctimas. En todos los casos, en el momento del atracos se encontraban en el campo de fútbol y descubrieron el robo cuando terminaron sus partidos.

15.000 euros por un plano de la casa

Los grupos criminales de Europa del Este son especialistas en este tipo de asaltos como el que sufrió en enero de este año el jugador del Real Madrid, Karim Benzema. Los ladrones llegan a España planifican el robo, vigilan los alrededores y analizan el momento oportuno para actuar.

No dejan nada al azar. Estos ladrones son capaces de sobornar a los instaladores de las cámaras de seguridad, según han informado fuentes policiales a Vozpópuli y también por el relato de uno de estos trabajadores. "Salía de uno de estos domicilios y un tipo con acento extranjero me abordó en la calle. Me puso un fajo de 15.000 euros y me dijo que me los daba si le hacía un plano de cómo era la casa y dónde estaban las cámaras", afirma a este medio. Este hombre se opuso, no sin miedo, a la propuesta de este delincuente.

Precisamente por el temor no comunicó nada a los responsables de su empresa los intereses de estos posibles ladrones. Estas actividades rara vez son denunciadas ante la Policía Nacional ya que los trabajadores de estas compañías tienen mucho respeto a estos criminales. "Son capaces de cualquier cosa por conseguir su objetivo. No les importa nada y tienen formación militar", afirma estas fuentes. Ayuda que saben perfectamente cuando los futbolistas están fuera de sus casas y también sus publicaciones en redes sociales.

Estos grupos acuden a nuestro país desde el Este de Europa durante el periodo estival para dar sus 'palos'. Unos asaltos que conllevan semanas o meses de estudio y análisis. Lejos de tener una base de operaciones, estas bandas de ladrones son itinerantes para tratar de despistar a la policía. 

Además de contar con expertos en asalto, cuentan con conductores que esperan a las afueras de las fincas donde roban con vehículos alquilados de gran cilindrada. Estos se encargan de escoltar a los asaltantes, que también viajan en un turismo de alta potencia.

Para confundir a la policía, los ladrones cambiaban la matrícula de los vehículos y desactivaban los sistemas de posicionamiento geográfico. Y también cuentan con apoyo en la geografía española para poder desarrollar sus asaltos. Unas colaboraciones que son bien pagadas. Con uno de estos atracos los delincuentes pueden vivir varios años en sus países de origen. Después toca volver a empezar.