Desalojadas 632 personas en locales de ocio de Sevilla por incumplir las restricciones

Agentes de la Policía Local de Sevilla han desalojado durante la pasada noche a 632 personas del interior de establecimientos y locales por diferentes incumplimientos de las medidas contra la covid-19, dos de los cuales fueron precintados y en otros dos se ordenó el cese inmediato de la actividad.

En el dispositivo activado por la Policía Local para el control de establecimientos y evitar las condiciones que favorezcan la propagación de la covid-19, agentes de este Cuerpo intervinieron, sobre la una de la madrugada, en una terraza situada en el Muelle de las Delicias.

En este establecimiento observaron que se incumplían las medidas, permitiendo el consumo en barra, incumpliendo la distancia de seguridad, el uso de mascarillas o el número de personas por mesas.

Además, observaron irregularidades en los requisitos de extinción de incendios y en la instalación eléctrica, por lo que procedieron al desalojo de 264 personas y a precintar la actividad tras la apertura de los correspondientes expedientes sancionadores.

191 desalojados de otro establecimiento

Poco antes de las 2.00, en la Avenida de la Innovación, los agentes desalojaron a 191 personas del interior de un establecimiento por incumplir todas las medidas marcadas por las autoridades sanitarias para evitar el contagio, y tras el desalojo y la apertura de los expedientes sancionadores, los agentes ordenaron el inmediato cese de la actividad.

Al mismo tiempo, en otro punto de la ciudad, en el barrio de San Bernardo, los vecinos alertaban al 092 sobre la presencia de grupos de personas consumiendo bebidas en la calle, ocasionando molestias al vecindario.

Los agentes pudieron comprobar que se trataba de una celebración dentro de un recinto, por lo que la Policía Local desalojó a unas 150 personas del interior y ordenó el cese de la celebración.

Sobre las 2.30, en la Carretera de Carmona, la Policía desalojó a 27 personas que se encontraban en el interior de un bar que continuaba ejerciendo la actividad por encima del horario permitido y haciéndolo a puerta cerrada.

Además, las salidas posibles para evacuación del establecimiento en caso de emergencia estaban bloqueadas con cerraduras, lo que supone un incumplimiento grave de las medidas de seguridad preceptivas.

Una vez desalojado y completada la inspección y formuladas las denuncias por los incumplimientos, el establecimiento quedó precintado.