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Política

El apoyo de 15 diputados a Errejón asoma a Podemos a una gran crisis

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el secretario Político, Íñigo Errejón.

El manifiesto Recuperar la ilusión: democracia para ganar impulsado por los afines al portavoz parlamentario y número dos de Podemos, Íñigo Errejón, ha alcanzado en las primeras horas de su lanzamiento más de 3.000 adhesiones. Todo un récord el seno de la formación morada, donde iniciativas ajenas a las del aparato nunca tuvieron tanto seguimiento interno. Entre los firmantes figuran al menos 15 diputados nacionales (Ángela Ballester, Auxiliadora Honorato, Pablo Bustinduy, Segundo González, Ana Terrón, Rosana Alonso, Ángela Rodríguez, Tania Sánchez, Rosana Pastor, Alberto Montero, Juan Pedro Yllanes, Eduardo Maura, Miguel Vila, Sergio Pascual y el propio Errejón), una treintena de parlamentarios autonómicos, 28 consejeros estatales o 12 secretarios generales de capitales de provincia, además de numerosos cargos intermedios del partido a nivel estatal, regional y municipal. En total, más de 300 dirigentes.

A los 15 diputados díscolos (incluido Errejón) -mismo número de diputados sanchistas que rompieron la disciplina de voto del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy- hay que sumar a Nagua Alba, electa por Guipúzcoa en la Cámara baja y secretaria general de Podemos Euskadi. Si bien su firma no aparece estampada en el manifiesto, Alba es considerada cercana a las tesis de Errejón, como demostró este viernes en un tuit afeando al politólogo Juan Carlos Monedero su conducta: “Salen manifiestos pidiendo debate en fraternidad y Monedero responde insultando. #AsíNosQuiereElAdversario”, escribió en su cuenta oficial.

Los errejonistas reclaman que las “caras” y las “ideas” se voten por separado en la próxima Asamblea estatal del partido (del 10 al 12 de febrero), algo a lo que se oponen tanto el secretario general, Pablo Iglesias, como el secretario de Organización, Pablo Echenique. “La Asamblea no debe ser un combate de boxeo, sino una contraposición de ideas. Queremos discutir cómo ganar un país, no retarnos entre nosotros”, subrayan los leales al portavoz parlamentario de Podemos. Así lo resume uno de sus lemas: “Primero se eligen el rumbo y el barco y después la tripulación”. Sin embargo, para Iglesias y los pablistas, “las propuestas políticas no deben estar separadas de la gente, si hay listas diferentes es porque hay propuestas políticas y organizativas diferentes”, defienden los oficialistas.

En su manifiesto bomba, los errejonistas señalan que “Vistalegre I tuvo muchos defectos, pero al menos respetó la separación entre ambos debates: no nos podemos permitir tal involución democrática”, advierten. Así mismo, recalcan que “la solución de las discrepancias se aleja mucho del sometimiento de uno ante otro”.

No obstante, la votación separada que reclama dicho manifiesto volvió a ser cuestionada este viernes por Pablo Echenique justo antes de protagonizar un acto en Galicia. El secretario de Organización, propuesto por Iglesias en sustitución del errejonista Sergio Pascual, comentó que la demanda del sector moderado parte de un “error de razonamiento” que “no tiene mucha lógica”. En una visita a Santiago de Compostela, dentro de la ruta Atarse los cordones con la que está consultando a las bases y círculos de Podemos sobre los temática de Vistalegre II, Echenique volvió a alinearse con Iglesias manifestando que los candidatos a dirigir un proyecto político “no ponen únicamente su cara sino que ponen sus ideas también”.

Echenique vuelve a alinearse con Iglesias: los candidatos "no ponen únicamente su cara sino que ponen sus ideas también"

En esta línea, el secretario de Organización insistió en que “cuando uno se presenta a liderar un partido, lo lógico es que lo haga con un proyecto con el que está comprometido”. Frente a esta reflexión de Echenique, se da la circunstancia de que Errejón no quiere disputar el liderazgo a Iglesias, no está en sus planes. Sin embargo, lo que sí plantea es la necesidad de debatir sin personalismos el rumbo que debe tomar el partido. Y aquí se produce un choque de posiciones entre el aperturismo y la búsqueda de una mayoría social que desean los errejonistas, por un lado, y la radicalización, la mayor movilización de la calle y la forja de “trincheras en la sociedad civil” que promueven los pablistas, por otro.

Un censo para "desbordar"

Además de reclamar una mayor proporcionalidad en la elección de los órganos, cuestión que sí es compartida por Iglesias, los errejonistas demandan una Comisión de Garantías Democráticas “independiente” y un censo “abierto a la participación”. Todavía está por ver la fecha en que la Secretaría de Organización dará por cerrado el censo de cara a Vistalegre II. De momento, la dirección morada trabaja con algo más de 442.000 inscritos. Sin embargo, Errejón pide que el censo permanezca activo para sumar a más simpatizantes con poder de decisión en la votación de la Asamblea estatal de febrero. “Se trata de desbordar la organización y no encarcelar la potencia democrática que debemos demostrar en esta nueva etapa”, afirma el manifesto. El censo y otras cuestiones técnicas se dirimirán probablemente en el próximo Consejo Ciudadano estatal, previsto para el 17 de diciembre, un día antes de la consulta a las bases convocada por Iglesias para establecer el diseño de Vistalegre II.

Respecto a la Comisión de Garantías Democráticas, los errejonistas denuncian la cercanía de su presidenta, Gloria Elizo, al núcleo duro de Iglesias. En las últimas semanas ha sido criticada por autorizar a Ramón Espinar, el candidato pablista en las primarias de Podemos Comunidad de Madrid, a mantener tres cargos a la vez (senador, diputado autonómico y secretario regional). Sin embargo, la militancia de Podemos Comunidad de Madrid aprobó en dichas primarias un máximo de dos cargos. De ahí que los afines a Errejón exijan un órgano fiscalizador que “asegure el respeto” a la decisión de los inscritos.

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