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España

Las cinco decisiones controvertidas de los Mossos tras los atentados de Barcelona

El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero

El papel de los Mossos d'Esquadra ha sido unánimemente elogiado, tanto en Cataluña como en el resto de España e incluso fuera de ella. La Policía catalana logró acabar en seis días con una peligrosa célula yihadista, compuesta por una decena de personas [los otros dos integrantes están en libertad por decisión del juez Fernando Andreu], que no estaban fichadas por delitos vinculados con el terrorismo.

Sin embargo, con el paso de los días, y tras conocer al detalle cada uno de los pasos de los Mossos d'Esquadra, surgen al menos cinco incógnitas sobre las actuaciones de los dirigentes de la Policía autonómica catalana, que este este jueves en rueda de prensa ha lanzado un furibundo ataque contra el diario El Periódico de Catalunya, que ha informado de la alerta de los servicios de inteligencia de Estados Unidos a las policías españolas sobre un posible atentado en La Rambla.

Las actuaciones más controvertidas, además de la negación de la alerta de Estados Unidos, son la prohibición de entrar a los TEDAX de la Guardia Civil al chalé de Alcanar, la publicación tardía de las fotografías de los sospechosos, el aviso de la policía belga sobre el imán de Ripoll y el ataque directo del jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero, a El Periódico por informar

El mencionado diario catalán fue el primero en informar sobre la alerta de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, al asegurar que este organismo norteamericano había informado a los Mossos sobre la posibilidad de que se produjera durante el verano un acto terrorista en la principal arteria turística de Barcelona, tal y como se puede comprobar en la información que Vozpópuli publicó el 18 de agosto, un día después del atentado.

En esta información, Vozpópuli hizo público el aviso que realizó la Policía española de la alerta de Estados Unidos en junio, cuando el escrito se había recibido en España, unos días antes, en concreto el 25 de mayo, según la fecha que especifican el diario El Periódico y laSexta.

Josep Lluís Trapero.

Sin embargo, tanto el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, como el conseller de Interior, Joaquím Forn; y el major de los Mossos d'Esquadra negaron que hubieran sido alertados de la posibilidad de que hubiera un atentado en La Rambla. Y lo hicieron, según se sabe ahora, cuando los Mossos ya habían sido alertados al menos por un mando del Cuerpo Nacional de Policía (CNP).

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también aseguró este jueves que el Ayuntamiento no conocía ninguna alerta de un posible ataque en La Rambla, ya que no recibió ninguna comunicación ni por parte de los Mossos d'Esquadra ni de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Pero la negativa sobre la alerta, que cursó el National Counterterrorism Center (NCTC), el organismo que coordina a una veintena de agencias federales de información y espionaje de EE.UU, incluida la CIA, no es la única decisión de los Mossos sometida a discusión en los medios de comunicación.

TEDAX de la Guardia Civil

Otra actuación controvertida fue la de prohibir a los TEDAX de la Guardia Civil, el cuerpo con mayor experiencia en esta materia por el terrorismo etarra, entrar en el chalé de Alcanar (Tarragona). Además, el propio Trapero reconoció que la jueza que se encargó inicialmente de la investigación de las dos explosiones en la vivienda, que había sido ocupada por los terroristas, interpeló a los Mossos sobre la posibilidad de que con una bombona se pudiera fabricar una bomba

El conseller de Interior, Joaquim Forn, y el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero.

Sin embargo, los Mossos d'Esquadra no vincularon el atentado de Barcelona con la deflagración de Alcanar hasta que no hallaron documentación del melillense Mohamed Houli en la furgoneta con la que Younes Abouyaaqoub cometió el atropello masivo en La Rambla. Houli fue arrestado por la Policía catalana a las 19:20 horas, según el auto del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu.

Las fotos de los terroristas

También se ha criticado que los Mossos no hicieran públicas con mayor antelación las fotografías de los sospechosos, y especialmente la imagen del terrorista de La Rambla, Younes Abouyaaqoub. Cuando al final lo hicieron, la colaboración ciudadana permitió que una mujer informara el lunes 21 de agosto de la presencia de un sospechoso, que llevaba fugado desde el jueves 17 de agosto.

La Policía autonómica catalana no difundió las imágenes de Younes Abouyaaqoub hasta el lunes por la mañana, cinco días después del atentado de Barcelona. La justificación para no facilitar a los ciudadanos antes estas imágenes fue porque no tenían la certeza de que Younes Abouyaaqoub fuera la persona que había protagonizado el atropello masivo, que provocó 15 víctimas y más de un centenar de heridos.

Los sospechosos del atentado de Barcelona.

Por el contrario, sí fueron difundidas a los medios de comunicación las imágenes de cuatro de los que inicialmente se consideran personas huidas. Con el paso de las horas Vozpópuli tuvo conocimiento de que tres de esos terroristas habían fallecido, mientras que el cuarto era la persona que se había fugado tras asesinar a Pau Pérez.

La cuarta actuación cuestionada se conoció a raíz de la publicación del diario El País de una información que mostraba que un policía local de la localidad belga de Vilvoorde había preguntado a los Mossos por correo electrónico por la posible radicalización del iman del Ripoll Abdelbaki Es Satty. El agente catalán se limitó a decir que no tenían conocimiento de que estuviera vinculado al islamismo radical violento.

Es Satty en Bélgica

El diario El Mundo confirmó que Mossos d'Esquadra preguntaron en al menos dos ocasiones a los representantes del colectivo islámico catalán por el imán de Ripoll, líder de la célula terrorista. La policía autonómica catalana se dirigió varias veces al presidente del colectivo en la localidad, Alí Yassine, al que pidieron todos los datos que tuviera del iman y le añadieron textualmente: "Si veis algo raro, decídnoslo, por favor", indica el rotativo madrileño.

La quinta crítica a la cúpula de la Policía autonómica catalana toca directamente al major (jefe) de este cuerpo policial, Josep Lluís Trapero, que en la rueda de prensa de este jueves arremetió de forma directa contra el director del diario El Periódico, Enric Hernàndez por la información sobre la alerta de EEUU.

El conseller de Interior catalán, Joaquim Forn, y el major Trapero denunciaron este jueves en una rueda de prensa "una campaña de intoxicación y desprestigio" contra los Mossos. Y Trapero fue más allá en sus críticas al diario del Grupo Zeta y cargó contra los responsables del periódico, y aseguró que los Mossos se dedican a gestionar la seguridad, mientras que este medio, a su juicio, intenta desde el día de los atentados "desprestigiar" a la policía catalana.

"Una gran exclusiva"

El major (jefe) de los Mossos arremetió contra Hernàndez, a quien acusó de buscar desde el primer momento "una gran exclusiva, que lleva anunciando. Qué explique lo que apunta, ¿cuál es la conclusión? ¿Que no se hubiera producido el atentado?", se preguntó en rueda de prensa el funcionario de la Generalitat, que ha completado: "Yo creo que va por ahí, que lo diga sin disimulo".

Pero Trapero también amplió su ataque hacia las fuentes informativas del periodista: "¿Quién le esta hablando? ¿Quién le ha hablado? Tengo muchas dudas de él, de su información, de quiénes son los intermediarios", completó el agente.

Apoyo de la FAPE

Este ataque frontal tuvo una rápida reacción de la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, que respaldó el trabajo de El Periódico de Catalunya sobre los informes de un posible atentado en La Rambla y consideró un "ataque" a la libertad de expresión las acusaciones contra el diario.

"Las acusaciones vertidas a El Periódico de Catalunya", afirma la FAPE en una nota de prensa, constituyen "un ataque a la libertad de información y por tanto a la Democracia".

Elsa González opinó que "tildar de manipulación sus informaciones y acusarles de escribir al dictado resulta intolerable en boca de una autoridad policial".

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