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El Gobierno confía en rebajar la factura del rescate financiero a 40.000 millones

El subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy (derecha), y el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre.

Una vez señaladas las necesidades de capital (53.475 millones) y que sólo siete entidades, de las 14 que forman el sistema financiero español, deben cubrir ese déficit en un escenario económico adverso, el Gobierno confía en que la factura del rescate financiero se reduzca en un tercio, hasta los 40.000 millones. Según las estimaciones de Economía, esta rebaja de la cifra salida del ejercicio de Oliver Wyman se efectuará mediante las diferentes medidas que adopten este grupo de siete entidades para obtener capital. Algunas de estas iniciativas serán la captación de fondos en los mercados, la venta de activos, su traspaso al banco malo, así como la quita que sufrirán los titulares de participaciones preferentes o deuda subordinada.

Las mayores deficiencias de capital en el escenario de deterioro extremo se centran en aquellos grupos bancarios participados mayoritariamente por el FROB: BFA-Bankia, Catalunya Banc, NCG Banco y Banco de Valencia. Estas cuatro entidades, que en números presentan unas necesidades de 46.200 millones (en torno al 86%) para sanearse, ya han comenzado a trabajar junto con las autoridades nacionales y europeas en sus planes de reestructuración. Tanto el Banco de España como Economía confían en que las entidades nacionalizadas puedan recibir las ayudas europeas el próximo noviembre. Desde el sector, sin embargo, no se descarta que pueda demorarse hasta finales de año.

Según los análisis, en el peor de los escenarios, Bankia-BFA requiere 24.743 millones; CatalunyaBanc, 10.825 millones; Novagalicia Banco, 7.176 millones; Banco de Valencia, 3.462 millones. Bankia acapara el 46% del dinero total que la auditoría señala que necesitaría todo el sector en el escenario económico más adverso. En el escenario base Bankia necesitaría 13.230 millones. Sus necesidades suponen, por tanto, 5.743 millones más que los 19.000 millones adicionales que pidió la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri. La entidad explica en un hecho relevante a la CNMV que Oliver Wyman, en un ejercicio de extrema prudencia, no ha considerado generación alguna de créditos fiscales dervidados de la cobertura de las pérdidas esperadas estimadas. Es decir, la consultora norteamericana duda de que Bankia sea capaz de generar en el futuro beneficios suficientes para apuntarse esos créditos fiscales. 

Oliver Wyman duda de que Bankia sea capaz de generar en el futuro beneficios suficientes para apuntarse créditos fiscales y eleva sus necesidades de capital a 24.473 millones

Catalunya Banc es la segunda con más necesidades de capital. En el comunicado enviado a la CNMV, el banco presidido por Adolf Todó explica que en los próximos 15 días presentará un plan para solicitar ayudas públicas según las condiciones impuestos por la Comisión Europea.

A partir de ahora, y una vez que se aprueben sus planes de reestructuración, el Estado prevé continuar con las subastas de las entidades nacionalizadas cuyos procesos se suspendieron en verano. Por tanto, CatalunyaBanc, Banco de Valencia y Novagalicia Banco deberían pasar a manos privadas en la primera parte del próximo año. Como reconocían semanas atrás fuentes de Economía, únicamente podrán pujar por estas entidades los bancos sanos, es decir, todos aquellos que hayan presentado un exceso de capital.

Popular asegura que no necesitará ayudas públicas.
Otros tres grupos necesitarían capital adicional en el escenario adverso contemplado. Estos son: Banco Popular (3.223 millones), BMN (2.208 millones) y la fusión proyectada entre Ibercaja, Liberbank y Caja 3 (2.108 millones). Estas entidades presentarán sus planes de recapitalización en octubre de 2012 para su aprobación por el Banco de España y por la Comisión Europea. En función de estos planes se determinará, en su caso, la necesidad de ayuda pública y la cuantía de la misma.

El Banco Popular confía en captar los 3.233 millones que necesita en los mercados. "La política de Banco Popular ha sido siempre la de no solicitar ayudas públicas y sí generar los recursos necesarios a través de la retención de beneficios y la aportación de capital de sus accionistas", asegura la entidad presidida por Ángel Ron en el comunicado. "Dicha política se mantiene sin cambios descartándose recurrir a inyecciones de capital público en ningún caso", añade. El Banco anunció el pasado julio que tiene capacidad para generar plusvalías por valor de 2.300 millones mediante la venta de determinados activos, así como la emisión de 700 millones de euros de nuevos instrumentos de capital.

El Popular asegura que generará los recursos necesarios por la retención de beneficios y la aportación de capital de sus accionistas

BMN, por su parte, prevé vender activos por valor de 1.200 millones para reducir sus necesidades de capital. La entidad presidida por Carlos Egea tampoco descarta una fusión. En las pasadas semanas, tanto BMN como el Popular reconocieron estar en negociaciones para una unión futura. Sin embargo, esta operación dependerá de la capacidad del banco presidido por Ángel Ron para reestablecer sus nivel de solvencia.

En cuanto a la proyectada fusión entre Ibercaja, Caja 3 y Liberbank, las condiciones acordadas por las tres entidades antes del verano variarán tras el ejercicio de Oliver Wyman. Ibercaja es quien presenta menos necesidades de capital (226 millones) frente a Caja 3 (779 millones) y Liberbank (1.198 millones). Como reconoció ayer Fernando Restoy, subgobernador del Banco de España, la intención de las tres entidades es seguir adelante con el proceso de fusión. Para ello, tanto el Banco de España como Economía no descartan que se pueda efectuar el saneamiento previo de algunas de estas entidades, mediante la transferencia de sus activos tóxicos al banco malo, antes de cerrarse definitivamente la unión.

Unicaja, la gran sorpresa, entra en el grupo de los sanos
La gran sorpresa del ejercicio ha sido la entrada del grupo Unicaja-CEISS (el banco de Caja España-Duero) en el 'Grupo 0', es decir, el de aquellas entidades que no requieren capital en una situación macroeconómica muy desfavorable. Además, Santander, BBVA, Caixabank (incluido Banca Cívica), Kutxabank, Sabadell y Bankinter superan con creces el mínimo del 6% de capital exigido.

A pesar de la buena nota de la proyectada fusión entre malagueños y castellanoleoneses, ni en Economía ni el Banco de España tienen la certeza de que la unión se materialice finalmente. CEISS presenta un déficit de capital de 2.063 millones, frente al superávit de 452 millones de Unicaja. Según Oliver Wyman, la suma de ambas entidades genera un exceso de capital de 128 millones. Esto se debe a que la consultora ha contabilizado como capital los 500 millones inyectados a Caja España-Duero en forma de bonos convertibles 'cocos', el pasado marzo. Esta fue una de las obligaciones que impuso Braulio Medel al Banco de España para no romper la fusión tras el primer plan Guindos. Ese acuerdo también comtemplaba otra línea de 1.000 millones, que también computa la consultora norteamericana, en forma de 'cocos' que podía ser inyectada a Caja España-Duero en caso de necesidad, como es actualmente. La entidad castellanoleonesa tendrá que devolver esas ayudas en un plazo de 8 años con un interés del 8% anual.

El grupo Unicaja-CEISS no necesita capital por los 'cocos' inyectados a Caja España-Duero el pasado marzo para que Medel no rompiera entonces la fusión

En cuanto al resto de entidades, BBVA y Santander presentan unos abultados superávits de capital (11.183 y 25.297 millones, respectivamente) y ratios de solvencia (9,6% y 10,8%, respectivamente) en un escenario de máximo estrés. La fusión de Caixabank y Cívica arroja un sobrante de capital de 5.720 millones; 2.188 millones, en el caso de Kutxabank (2.188); el Sabadell, 915 millones y finalmente Bankinter, con 399 millones.

Este test han sido una de las condiciones exigidas por la Eurozona a cambio de la línea de crédito de 100.000 millones para sanear la banca. El análisis fue realizado por Oliver Wyman, Deloitte, PwC, Ernst & Young y KPMG, y se suma a la primera auditoría que hicieron del conjunto del sistema las firmas Roland Berger y Oliver Wyman.

La Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y la Autoridad Bancaria Europea apoyaron los resultados del test de estrés realizado a la banca española. Los tres organismos coincidieron en señalar que se ha dado un "importante paso para el refuerzo, la viabilidad y la confianza en el sector bancario español".

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