Publicado: 05/09/2015 04:00
El sector de las telecomunicaciones en España está pasando por la peor crisis de empleo de su historia. La competencia ha dado sus frutos en los últimos años y los servicios de telefonía fija, móvil e internet de banda ancha alcanzan en España unos precios razonables, pero la otra cara de la moneda está en los procesos de concentración empresarial y su coste en despidos.
Según UGT, desde 2008 se ha destruido en España la friolera de 21.500 empleos en todo el sector, lo que representa, según sus cálculos, el 26% de toda la fuerza laboral de esta industria.
Pero lo peor puede estar por llegar ante los Expediente de Regulación de Empleo (ERE) puestos en marcha por las dos compañías que han movido ficha. Vodafone, tras absorber ONO, tiene previsto desprenderse de 1.297 empleados, el 21,5% de la plantilla del nuevo grupo integrado.
Por su parte, Orange también prevé ajustarse tras formalizar su Oferta Pública de Adquisición (OPA) por Jazztel. Serán en torno a 400 los despidos que prevé el grupo galo.
La posición inicial de los sindicatos ante los dos ERE es de rechazo rotundo y se prevén movilizaciones en los próximos meses
Ante esta situación, las organizaciones sindicales más representativas en este sector (UGT, CC.OO. y STC) preparan movilizaciones para el otoño, a la vista de que ambos grupos consideran ineludible proceder a los despidos para mejorar sus ratios de rentabilidad.
La próxima semana tendrá lugar una crucial reunión de los representantes de los trabajadores de Vodafone y ONO en las respectivas mesas de negociación creadas para negociar el ERE y la posición sindical parece clara de inicio.
"La actual cultura empesarial ha propiciado que empresas como Vodafone, en vez de apostar por fórmulas organizativas y de optimización de recursos y procesos que permitan mejorar la calidad del servicio y la atención al cliente, optan por el despido como única opción. Empresas que prefieren destruir antes que construir, desvelando su falta de compromiso con la sociedad", ha señalado UGT para dar su particular 'bienvenida' al proceso negociador.
Tanto este sindicato como CC.OO y STC han mostrado su rechazo rotundo al ERE y ya han amenazado con movilizar a la plantilla de en torno a 6.000 empleados del grupo.
Algo similar preparan para cuando Orange ponga en marcha su propio ERE. Los sindicatos se quejan, además, de que ni la Unión Europea, ni el Gobierno español ni el regulador CNMC han tomado medidas para tratar de amortiguar el impacto del proceso de consolidación del sector en la destrucción de empleos.
Sólo Francia, recuerdan, ha exigido a las empresas de telecos que no se ceben con las plantillas a la hora de cerrar los procesos de fusión.
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