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Reyal duplica en un año sus fondos propios negativos, que ya rozan los 1.000 millones

Reyal Urbis cerró el tercer trimestre del año con pérdidas de 257 millones de euros. Estos resultados se conocen apenas diez días después de que el consejo de administración de la inmobiliaria decidiera recurrir a la figura del preconcurso de acreedores, ante la delicada situación de la compañía, que se ha quedado atrapada en su tercera refinanciación.

Aunque las cifras de resultados son dramáticas, los verdaderos problemas se encuentran en otros capítulos del balance. En doce meses, Reyal Urbis ha multiplicado por dos sus fondos propios negativos, que se han situado en 993 millones de euros. Mientras, en este mismo periodo el endeudamiento neto apenas se ha reducido en 40 millones de euros, hasta 3.613 millones de euros.

Después de tres años consecutivos de continua negociación con la banca, Reyal Urbis ha dejado la pelota en el tejado de los acreedores. El preconcurso concede un plazo de cuatro meses para alcanzar un convenio anticipado, lo que evitaría la declaración definitiva del concurso. Sin embargo, si el plazo finaliza sin acuerdo, el concurso no podrá evitarse de ninguna manera.

Este último supuesto es el que la banca contempla como el más desfavorable. Sin embargo, las cifras de Reyal Urbis no han hecho sino deteriorarse desde que se firmó la segunda refinanciación. Las restricciones impuestas por los acreedores están contribuyendo a incrementar la asfixia de la empresa que, en realidad, se encuentra desde este momento intervenida de facto.

Desplome bursátil

Así, la compañía ha visto como su cifra de ingresos se ha recortado un 58% debido a la caída de la venta de viviendas y también de venta de patrimonio. La venta de pisos lleva muchos meses a la baja debido a los efectos de la crisis económica mientras que la compañía no ha aprovechado algunas oportunidades para vender algunas de las joyas de su patrimonio, como el centro comercial ABC Serrano, al no recibir propuestas que considerara adecuadas, especialmente por el precio.

Además, Reyal Urbis no puede iniciar nuevas promociones en virtud del compromiso que adquirió con la banca acreedora en su segunda refinanciación, lo que complica aún más la reactivación de las ventas.

Con todo, este es el escenario en el que debe moverse Reyal Urbis para tratar de evitar el concurso de acreedores que, a día de hoy y con estas cifras, parece la única salida para una aventura que se inició en el verano de 2006, con la compra de Inmobiliaria Urbis (controlada entonces por Banesto y ACS) por parte de Reyal Grupo. La posterior fusión dio lugar a la tercera inmobiliaria de España por volumen de activos pero con un notable apalancamiento que ha terminado por fagocitar el proyecto.

La de ayer fue otra sesión de pesadilla en bolsa para Reyal Urbis, que se dejó un 14,29% de modo que sus acciones cerraron a seis céntimos. Su capitalización bursátil es de tan sólo 18 millones de euros, frente a los más de 3.000 millones que presentaba en el momento de la fusión.

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