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Los Bardem borran su apellido de uno de sus restaurantes tras hacer despidos masivos

Fachada de la antigua 'Bardemcilla de Santa Ana', ahora conocida como 'La Tercera Taberna'

Una de las tabernas más conocidas de Madrid es, o mejor dicho, era, La Bardemcilla, regentado por el clan de los Bardem, conocidos, entre muchas cosas, por su férrea opinión política basada en ideas progresistas. El escándalo que desató el periódico ‘La Razón’ al hacer público el ERE en su local de Chueca ha barrido todo rastro del apellido familiar en La Bardemcilla de Santa Ana, que ha cambiado su nombre por el de La Tercera Taberna.

Según cuenta La Razón, los socios de la segunda bardemcilla han aprovechado la distracción de los medios de comunicación con el nacimiento del segundo hijo de Penélope y Javier para hacer caso a las peticiones del clan y cambiar el nombre del local.

Según ellos mismos comentan a sus círculos más cercanos "todo lo que se ha publicado sobre nosotros y el ERE ha hecho mucho daño a nuestra imagen pública y a nuestro apellido". Es por eso que han decido desvincularse de su apellido y cambiar el nombre del local, además de pintar la fachada y cambiar el cartel del negocio, aunque por dentro todo continúa como siempre.

Habrá que ver si también han modificado su popular menú, ambientado en la filmografía de los Bardem, con platos como las croquetas ‘Jamón-Jamón’, los ‘Huevos de Oro’ estrellados o las papas ‘Perdita Durango’.

Críticas de sus extrabajadores

Los trabajadores que fueron despedidos, con más de ocho años de antigüedad, se definían como una gran familia que, junto con Mónica, Javier, Carlos y Pilar, tiraron del carro del negocio haciendo horas extra, jornadas semanales interminables e, incluso, trabajando los domingos. Cuando se dio a conocer la noticia del ERE, no pudieron contener su rabia:

"Lo alucinante de esta familia es que Javier Bardem es capaz de darnos la espalda y gastarse en una semana tres veces más de lo que ha costado el ERE que ha resuelto el juez concursal. Los 88.000 euros que han pagado en indemnizaciones a sus trabajadores se lo gastan en cerrar una planta del hospital Cedars-Sinaí para que nadie moleste a su mujer Penélope Cruz y a su hijo", aseguraba en marzo uno de los empleados despedidos. “Cuando sus hijos sean mayores verán que algo no cuadra. Ser hippy-pijo e ir de intelectual de izquierdas es incompatible".

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