Los jefes de las grandes energéticas rinden cuenta en el Congreso antes del cambio de ciclo político

Los principales altos ejecutivos de las grandes empresas energéticas españolas desfilarán entre junio y julio por la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados para dar cuenta a los parlamentarios que la componen de su visión de presente y futuro de los sectores eléctrico, gasista y petrolero.

Las comparecencias han arrancado esta pasada semana y se están llevando bajo el más absoluto secretismo. Son a puerta cerrada y por ella ya han pasado Pedro Miró, consejero delegado de Cepsa, y Antonio Llardén, presidente de Enagás, según ha podido saber Vozpópuli de fuentes conocedoras de los encuentros.

En los próximos días pasarán por la Comisión José Folgado, presidente de Red Eléctrica (lo hará la primera semana de julio) y se están cerrando las agendas con otros altos ejecutivos como Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, José Bogas, consejero delegado de Endesa, y Rafael Villaseca, consejero delegado de Gas Natural Fenosa, entre otros, según estas mismas fuentes. Los altos ejecutivos han sido recibidos por entre ocho y diez diputados de la Comisión, de diferentes formaciones políticas, y bajo la presidencia del canario Pablo Matos (Grupo Popular).

Los encuentros suenan a cierre de etapa política y sobre ellos planea el viento de cambio que está viviendo España tras el vuelco electoral del 24-M, el nuevo mapa de poder autonómico y municipal y, sobre todo, el gran cambio político que se avecina tras las elecciones generales de noviembre próximo, según señalan varias fuentes conocedoras de las comparecencias. En este contexto de incertidumbre política, los diputados se están interesando por temas de calado nacional e internacional, con especial hincapié en la "geoestrategia de la energía" de cara al futuro.

Sobre los encuentros en la Comisión planean los vientos de cambio tras el vuelco electoral del 24-M y las incertidumbres que se ciernen sobre el cambio de legislatura a finales de año

Se está hablando del horizonte de precios del petróleo, de las interconexiones eléctricas y gasistas intraeuropeas, del conflicto con Rusia, del crudo y gas no convencionales que inundarán los mercados en los próximos años, del papel que han de jugar las renovables y la nuclear en el mix de los países occidentales y también del futuro de todas las energías en España, tras los cambios normativos desarrollados por el Gobierno del PP durante esta legislatura.

Durante estos casi cuatro años, el Ejecutivo de Mariano Rajoy se ha granjeado el cabreo de todo el sector eléctrico en general. Todos los ejecutivos que pasarán estos días por la Comisión de Industria han sufrido en las cuentas de resultados los efectos de las reformas lideradas por el ministro José Manuel Soria y su 'número dos' energético, Alberto Nadal. La reforma eléctrica provocó el enfrentamiento directo de éstos con los altos directivos de las compañías convencionales. La razonable obsesión de Soria y Nadal por acabar con el problema endémico del déficit de tarifa se ha llevado por delante la estabilidad de ingresos de la que ha gozado el oligopolio eléctrico en las últimas décadas.

Pero el sector que más ha sufrido el hachazo a sus ingresos ha sido el de las energías verdes, por la marcada política antirrenovable aplicada por el Gobierno, que ha cargado sobre este tipo de instalaciones la mayoría recortes. Soria y Nadal han aprobado normas, denunciadas ante instituciones arbitrales internacionales y ante el Supremo y la Fiscalía Anticorrupción, para recortar 3.000 millones al año del sector renovable y dejar casi a cero el déficit de tarifa.

Las batallas judiciales abiertas darán mucho que hablar en los próximos meses y quizá años. Pero los diputados de la Comisión han preferido centrarse en el futuro y no remover lodos de esta legislatura que toca a su fin. Las preguntas que han estado realizando a los directivos que ya han pasado por el Congreso han ido todas ellas dirigidas al futuro. Hace ya unos años, cuando gobernaba Zapatero, se convocaron unas jornadas energéticas en el Congreso, similares a las actuales y también a puerta cerrada. Fue a finales de 2009 y por ella pasaron todos los altos ejecutivos que hicieron sus prospecciones energéticas para 2030.