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Economía

Euforia económica: Montoro se prepara para arrollar a Pedro Sánchez en el debate presupuestario

Pedro Sánchez era la opción más temida por Mariano Rajoy como líder del PSOE, entre otras razones porque recordará permanentemente al PP que tiene pendiente su relevo generacional durante los 15 meses que restan hasta las elecciones generales. También es verdad que el problema catalán se ha convertido en un rompecabezas de incierto encaje. Pero en el Gobierno se opina que estos problemas podrán compensarse de sobra en términos electorales gracias a la fortaleza de la recuperación económica, que se consolidaría en los próximos meses como el principal resorte de Rajoy para conseguir otra mayoría, aunque probablemente bastante más menguada que la de 2011.

En el Gobierno se opina que la recuperación económica será el principal resorte de Rajoy para renovar la mayoría

El presidente no será quien se enfrente el mes que viene a Pedro Sánchez en el debate presupuestario. Rajoy no le dará una baza de esta envergadura al nuevo líder del PSOE hasta el debate del estado de la nación de febrero, ya que el toro de este otoño lo lidiará el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, con casi todos los indicadores económicos a su favor y la confianza de que podrá arrollar a Pedro Sánchez. El Gobierno está convencido de que este año acabará con un crecimiento cercano al 1,5% y de que en 2015, si no hay accidentes, llegará 2%, debido al buen comportamiento de la demanda doméstica, que no se preveía hace meses tan satisfactorio, al inicio del despegue del crédito y a la creación de empleo. Los últimos datos disponibles reflejan que la recaudación está creciendo al 5% en términos homogéneos y que el año que viene puede llegar al 7%, gracias, sobre todo, al buen comportamiento del IVA y del IRPF. En el equipo económico se opina que hay margen, incluso, para una rebaja de impuestos más amplia que la prevista en un principio. Además, las reducciones en el capítulo de prestaciones por desempleo y en el de intereses de la deuda, facilitarán un colchón extra. Se ve también perfectamente viable acabar el ejercicio con un déficit del 5,5%.

El tipo de cambio, clave para la recuperación

En La Moncloa se opina que el contexto internacional es relativamente mejor que el de hace seis meses porque ya no hay tantas dudas sobre la recuperación de los mercados emergentes, el conflicto en Ucrania puede llegar a estabilizarse y la crisis siria ha acabado teniendo un impacto menor en los precios del crudo. Según fuentes del equipo económico, la clave para la consolidación del crecimiento es que el tipo de cambio euro/dólar se mantenga cerca del 1,30. Esto puede ser mucho más importante para España que los nuevos estímulos que planea el BCE para facilitar que Italia salga de la recesión y Francia y Alemania del estancamiento y la contracción económica. Cuando llegue el debate presupuestario de octubre, la prima de riesgo española podría estar por debajo de los 100 puntos básicos. Estos datos vienen sostenidos también por la tendencia conocida en agosto: crecimiento económico del 0,6% en el segundo trimestre, con cuatro consecutivos de aumento de la actividad y el empleo y reducción del déficit del Estado en un 13%, avances acompañados con un crecimiento superior al 4%, en tasa anual, en Estados Unidos.

El Gobierno está convencido de que saldrá sobrado del debate de los Presupuestos de 2015, que se celebrará un mes antes de que se publiquen los exámenes a la banca, en los que se esperan, si acaso, incidentes menores. Cristóbal Montoro podrá lucir también frente a Pedro Sánchez la revisión del PIB que el INE hará en breve y que se verá acompañada de un nuevo cuadro macroeconómico, más optimista que el actual, que se anunciará coincidiendo con la presentación de los próximos Presupuestos. Aunque se da por hecho que la deuda pública sobrepasará el año que viene el 100% del PIB, también se tiene la certeza de que iniciará su descenso a partir de 2016.

En cualquier caso, el Gobierno está convencido de que el ritmo de la recuperación compensará los nubarrones que se ciernen sobre otros problemas, entre ellos el catalán. La mayoría de los ministros han pasado sus vacaciones persuadidos de que el reconocimiento público por parte de Jordi Pujol del patrimonio en el extranjero debilita de forma muy potente el proceso soberanista, al menos tal y como lo han venido pilotando hasta ahora Artur Mas y su equipo de confianza. En primer lugar, lamina el discurso victimista sobre el expolio que Cataluña sufriría a manos del resto de España. En segundo lugar, deja heridas de muerte a las sucesivas cúpulas de Convergencia, expuestas a un largo proceso mediático y judicial que agitarán también los malos olores que desprende la red clientelar tejida durante más de tres décadas de gobiernos nacionalistas.

Alta probabilidad de que Mas agote la legislatura

Atento ahora a las muletas que el PSC podría prestarle a CiU hasta las elecciones autonómicas de 2016, el Gobierno cree que Mas hará todo lo posible, mientras siga al frente de la Generalitat, para apurar la legislatura, dejándose llevar por el deseo de Esquerra Republicana de no dar pasos en el vacío hasta no controlar la mayoría de los ayuntamientos catalanes a partir de los comicios de mayo. El mundo no se acaba el 9 de noviembre, fecha prevista para el referéndum, como dejó dicho el propio Mas tras su encuentro con Rajoy el pasado julio.

Lo que ocurra en el referéndum escocés del próximo día 18 influirá sobre el estado de ánimo del frente soberanista

Una de las piezas importantes del puzle quedará encajada el próximo día 18 en Escocia tras la celebración de la consulta sobre su independencia. Un triunfo del ‘no’, debilitaría aún más las posiciones del frente soberanista catalán. Entretanto, siguen funcionando las vías de diálogo directas que desde el equipo económico hay abiertas con la Generalitat y que van a permitirle a ésta, entre otras cosas, aplazar el pago de la deuda que tiene contraída a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), teniendo en cuenta sus dificultades para financiarse en los mercados.

En febrero, mes en el que está prevista la celebración del debate del estado de la nación, a solo tres meses de las municipales y autonómicas, se sabrá si Rajoy ha sabido aprovechar o no el ‘pujolazo’ para enterrar durante décadas el proceso soberanista, aprovechando a la Fiscalía, la Audiencia Nacional, la Agencia Tributaria, la Policía y hasta el CNI, todos los resortes, en realidad, de los que dispone el Estado, para afrontar un desafío de esta naturaleza.

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