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Economía

¿Y si los griegos se pasan al bitcoin? Ventajas y peligros de la criptodivisa

Ciudadanos hacen cola frente a un cajero este lunes en Tesalónica

La situación de Grecia en el filo de la navaja está empujando a algunos de sus ciudadanos a invertir sus ahorros en bitcoins, la moneda electrónica que no necesita del respaldo de ningún banco central, que tampoco existe de forma física y que cada día más comercios aceptan y más usuarios utilizan. Los rumores sobre los bitcoins y los griegos vienen creciendo en los últimos meses, alentados por un tuit en clave de broma del ya exministro Yanis Varoufakis: recomendaba una información falsa en la que él mismo anunciaba la adopción de la criptomoneda en Grecia y sus múltiples ventajas. Lo hizo con motivo de 'April Fool's Day', el día de los inocentes en el mundo anglosajón.

Que los griegos adoptaran la criptomoneda suena a ciencia ficción: "Si eso ocurriera, en primer lugar los echarían inmediatamente de la UE, pero en el fondo sería una buena señal de que este país apuesta por una divisa donde todas las personas cuentan, y no sólo los bancos y las grandes fortunas", comenta Víctor García, de Cripto-pay.com. La isla caribeña de Dominica ya hizo un intento de regalar bitcoins como divisa oficial, aunque tuvo que cancelarlo a los pocos días de lanzarse. El impacto de una nación consolidada como Grecia sería enorme.

Pero más allá de -por el momento- fantasías, ¿qué ventajas y qué inconvenientes puede tener para los helenos invertir en esta divisa, ahora que el euro peligra y su futuro dracma no da mucha confianza? Según Alejandro Gómez, experto en la nueva moneda, "bitcoin es más ventajoso por el momento para las compañías que para los ciudadanos, aunque una vez que el círculo se cierre y se pueda pagar a un proveedor en bitcoins, esto se revertirá". Según Víctor García, "el momento llegará cuando las empresas puedan pagar su salario, aunque sea una parte, en bitcoins".

La divisa electrónica tiene una serie de ventajas respecto a las tradicionales monedas:

- No necesita respaldo de un tercero. En el caso del dólar, la Reserva Federal (Fed) respalda su emisión, para el euro es el BCE con sede en Fráncfort. Sin embargo, bitcoin sólo necesita de un ejercicio de confianza entre quien paga o transacciona con bitcoins y quien lo recibe.

- No tiene comisiones. Este es uno de los puntos que más puede beneficiar a las compañías, pero también a los usuarios. ·l protocolo bitcoin tiene una comisión ínfima 0.0001BTC. Bitcoin sirve en todos los países del mundo, por lo que si viajamos al otros extremo del globo siempre podríamos pagar en bitcoins (si la tienda lo permite), o sacarlos de nuestra cuenta en el cajero sin ningún tipo de comisión. Si queremos cambiar los bitcoins a cualquier otra moneda de uso legal, empresas como la propia Cripto-Pay pueden cobrar del orden del orden del 2%. Por ello, los conocedores de la divisa recomiendan que, si se tienen bitcoins, se gasten comprando cosas, lo cual no produce ningún tipo de comisión. Por el momento, en España no sería fácil: apenas hay 1.000 establecimientos en todo el país que permiten el pago en bitcoins, aunque su número crece.

- Transacciones a velocidad de vértigo. Con bitcoin, las transacciones entre cuentas corrientes son instantáneas, algo que no suele ocurrir con los bancos tradicionales, donde éstas pueden tardar hasta varios días en hacerse efectivas, generando inquietud ante la duda de dónde habrá marchado el dinero.

- La seguridad. García asegura que "es más sencillo entrar en los servidores del BCE que conseguir piratear el protocolo bitcoin. Este es opensource y todo el mundo puede acceder a él. Cuando sale un primer fallo de seguridad todos lo arreglan. Todo el mundo en seguida lo publica, lo actualiza. Un banco no tiene esa instantaneidad, tarda 48 horas en darse cuenta de que tiene un problema de seguridad". Los robos en bitcoin podrían darse, aunque según Alejandro Gómez, "por lo menos siempre sabes quién ha sido el que te lo ha robado".

- Aparentemente ha conseguido frenar la especulación. A principios del 2014, bitcoin saltó a las noticias precisamente por los elevados precios superiores a 1.200 dólares que alcanzó. Estaba siendo fruto de la especulación, y al no tener una autoridad central que pudiera frenarla, ésta se había desmadrado. "La volatilidad fue alta, desde luego muy superior a la de una divisa tradicional, aunque desde el pasado otoño las fluctuaciones fuertes han parado y en este 2015 tenemos una moneda muy estable, con tendencia al aumento de valor", dice García.

En este gráfico puede verse la evolución del bitcoin respecto al dólar en el último año y medio.

No obstante, esta novedosa moneda, que promete ser disruptiva y cambiar el sistema financiero tal y como se ha conocido desde hace varios siglos, también tiene sus desventajas y peligros.

- Necesita de una conexión a internet (PC, tableta o smartphone) o un dispositivo analógico. Es, por tanto, útil sólo en los sitios donde haya conexión a internet, espacios que van creciendo pero que aún no abarcan ni mucho menos todo lo que sería necesario. El protocolo bitcoin te obliga a tener un dispositivo electrónico, pero también se puede pagar con un wallet en papel, aunque habría que comprobar que ese wallet tuviera fondos, y ahí estaríamos hablando de tener que fiarse del pagador. Otras opciones, por si no se tiene dispositivo, permiten que pueda accederse a nuestro dinero con un usuario y una contraseña sin tener dispositivo, como permite la citada web Cripto-Pay. En cualquier caso, es necesario un dispositivo digital o analógico para pagar en bitcoins.

- Un valor poco ajustado a los precios habituales. El número de bitcoins es limitado: 21 millones de unidades en el mundo. Esto, que es posible que no cambie, lleva al motivo lógico de que si la moneda se usa cada vez más, tenderá a aumentar su valor aunque sea lentamente. Aunque este hecho es positivo para los que ya posean bitcoins, aumenta complejidad al usuario, dado que las unidades quedan con valores muy grandes. Por ejemplo, este lunes el bitcoin se cambia por 250 euros. Tal vez muy incómodo para pagar, por ejemplo, unas bebidas en un bar. La solución que posiblemente se dará, es elevar el número de fracciones en que se puede dividir, que ahora mismo está en 8 (cada fracción valdría, así, 31 euros). Si se aumenta a 16 o incluso 32 fracciones, algo que se está valorando, su valor se reduciría y sería más cómodo de utilizar.

A día de hoy, la cantidad mínima que se puede enviar en bitcoins se llama satoshi, y equivale a 0,00000001 bitcoins.

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