Van Gaal y Joachim Löw copian el modelo del 'bont vivant' que hizo campeona a la 'Dinamita roja'

Tanto la Oranje como la Mannschaft han decidido desdramatizar con uno de esos asuntos que suelen ser materia de debate nacional cada vez que una selección se dispone a defender el honor patrio en un Mundial o en una Eurocopa. Para ello, Louis van Gaal y Joachim Löw han desempolvado el manual de Richard Möller Nielsen, el técnico danés que hizo campeona del viejo continente a la 'Dinamita Roja' en la Euro del 92 tras llamar a filas de urgencia a sus discípulos, ya de vacaciones, para disputar el torneo sueco en sustitución de la extinta Yugoslavia, excluída del mismo por el estallido de la Guerra en Los Balcanes.

El difunto seleccionador de aquella sorprendente Dinamarca, acaso por haber fastidiado el veraneo a sus chicos, les dio toda la manga ancha del mundo permitiendo las visitas de sus esposas y novias, así como la libertad para abandonar el hotel de concentración a discreción, siempre y cuando no tuvieran programado un entrenamiento o actividad alguna con el equipo.  

Van Gaal y Löw han desempolvado el manual de Möller Nielsen, el técnico danés que hizo campeona de Europa a la 'Dinamita Roja' en el 92

Liberada de las ataduras habituales de las largas y tediosas concentraciones que siempre acompañan a los futbolistas en esta clase de competiciones, la 'Dinamita Roja' rindió a un nivel muy superior al esperado, dadas las circunstancias, y conquistó aquella Eurocopa batiendo en los dos últimos encuentros precisamente a Holanda y Alemania. 

Veintidós años después y ante un Mundial previsiblemente desgastante al que los protagonistas de las selecciones más potentes llegan con las fuerzas justas tras una temporada extenuante, el preparador tulipán y el germano han hecho un guiño a sus chicos planificando un torneo casi a la carta, con todo tipo de lujos y libertades durante su estancia en Brasil. 

Más si cabe en el caso de los actuales subcampeones del mundo, que desde su aterrizaje en Río de Janeiro han disfrutado de un estatus de auténticas estrellas rockeras estableciendo su cuartel general en el lujoso hotel Caesar Park, en pleno corazón de Ipanema. 

Holanda da largos paseos sin escolta por la arena de la célebre playa de Ipanema y echan partidas de tenis o de futvoley al borde del océano 

Sus largos paseos sin escolta por la arena de la célebre playa carioca, las partidas de tenis o de futvoley al borde del océano de los internacionales Oranjes se han convertido en una estampa clásica del afamado lugar elegido por el ex técnico del Barça para preparar sus duelos mundialistas en el gigante sudamericano. Por no hablar de sus excursiones, cual turista, al jardín botánico, el Pan de Açucar o el Cristo del Corcovado.

La elección de una ubicación tan turística como multitudinaria ha generado, eso sí, algún que otro sobresalto a la expedición tulipán. Caso del infortunado encontronazo de un kitesurfista con Van Persie y Janmaat mientras se bañaban, o la salida nocturna de Sneijder, De Jong y Kuyt, quienes se fueron de fiesta a algún local playero a celebrar el cumpleaños del ex madridista y no volvieron a dar señales de vida hasta la sesión preparatoria de la mañana siguiente.

Van Gaal permitió incluso la visita de las mujeres e hijos de los jugadores al hotel el día previo al choque ante España para rebajar la tensión ante un duelo que se presumía vital para los intereses holandeses. ¡Y vaya si la rebajaron! 

Dicen quienes le conocen bien que el próximo míster del ManU ha aprendido de sus errores en el pasado y ha conseguido crear una atmósfera relajada y de buen rollo entre sus pupilos. Tanto que en la sesión posterior a la goleada sobre La Roja permitió a Van Persie 'colar' al césped a sus dos hijos y a los de varios jugadores para organizar una 'pachanga' con dos porterías pequeñas. 

Van Gaal permitió incluso la visita de las mujeres e hijos de los jugadores al hotel el día previo al choque ante España para rebajar la tensión

Alemania, por su parte, decidió construirse su propio paraíso en medio de la nada al no encontrar lo suficientemente atractivas las instalaciones ofertadas por la organización del torneo. Basicamente, ninguna cumplía una serie de requisitos indispensables para su cuerpo técnico. A saber: comodidades para sus jugadores, tranquilidad, contacto con la naturaleza, proximidad a un aeropuerto y una buena cancha para entrenarse. 

Los operarios contratados por la Federación germana (DFB) se pusieron manos a la obra a fines del pasado año y en un tiempo récord levantaron el Campo Bahía, una coqueta ciudad deportiva de 15.000 metros cuadrados, con 60 habitaciones, un gimnasio y un terreno de juego. Como quiera que la federación donará todo el complejo a la comunidad local cuando acaben su participación mundialista, mandó construir también una escuela de fútbol y un colegio en el interior del recinto.

Alemania levantó en un tiempo récord el Campo Bahía, una ciudad deportiva de 15.000 metros cuadrados, con 60 habitaciones y un gimnasio

Campo Bahía no queda lejos del aeropuerto de Puerto Seguro, pero está tan aislado del mundanal ruido que para llegar al complejo es necesario tomar un transbordador que atraviesa las hermosas marismas que circundan al pueblito de Santo André, donde está situado el complejo. 

En tan idílico refugio, lejos de cualquier mirada indiscreta fuera de los horarios de entrenamiento, los pupilos de Löw se lo pasan en grande disfrutando de la playa, practicando deportes acuáticos, jugando al golf, haciendo gincanas en las que no falta alguna que otra caipirinha o haciendo cruceros por el mar que aprovechan para hacer terapia de grupo y reforzar su compromiso en pos de la cuarta corona alemana mientras respiran la dulce brisa del Atlántico bahiano. ¿A quién no le gustaría disputar un Mundial así?