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El Buscón

En el nacionalismo vasco también hay 'familias políticas' ilustres

Morirse en agosto es una fatalidad que, al menos, en algunos suele garantizar la aparición del obituario en los periódicos y las televisiones, aunque el fallecido haya aportado poco a la vida pública en general. Es lo que le ocurrió a Javier Atutxa, veterano del PNV, fallecido el pasado 7 de agosto a los 75 años de edad. Para los peneuvistas, sobre todo las viejas familias de sonoros apellidos vascongados que controlan el partido desde su fundación, su marcha ha sido un motivo de luto. Sin embargo, para mucha gente, incluidos casi todos los vascos, era un ilustre desconocido. Atutxa, a quien algunos periodistas de Madrid confundieron con el ex consejero de Interior y expresidente del Gobierno vasco Juan María Atutxa, era del círculo, tanto político como generacional, del ex jesuita, ex diputado en el Congreso y ex presidente del PNV, Xabier Arzalluz. Entre 1996 y 2000 fue el presidente del Bizkai Buru Batzar, la organización provincial del PNV de Vizcaya, la más numerosa y la que ahora controla el partido, ya que el presidente de éste, Andoni Ortuzar, y el lehendakari, Íñigo Urkullu, provienen de ella.

Pese a que los nacionalistas vascos aseguran que ellos son diferentes en casi todo de los demás espanoles, practican los mismos vicios. En la actualidad podemos identificar ciudadanos con ilustres apellidos del régimen democrático que ocupan altos cargos políticos y realizan jugosos negocios: Pujol, Fabra, Pajín, Calvo-Sotelo... Incluso ha habido diputados cuyo amor nació en los escaños del Congreso y concluyó en boda en la misma legislatura. Atutxa es uno de esos apellidos que abre puertas a sus portadores, aunque sea en el ámbito reducido del País Vasco. ¿Pero no hay mapamundis de Bilbao?

Cargo hereditario

Desde hace unos meses, la hija mayor de Javier Atutxa, Itxaso, nacida en 1962, ocupa el mismo importante cargo que su padre en el PNV: presidenta del BBB. Es la primera mujer que llega a él. A la vista de quiénes han pasado por la presidencia del BBB desde las primeras elecciones de 1977, cualquiera diría que de ese puesto están excluidos los militantes gallegos del PNV de Basauri, Sestao o Erandio, que carecen de ancestros arraigados en un caserío.

Itxaso Atutxa está casada con Aitor Esteban Bravo, diputado del PNV por Vizcaya en el Congreso desde 2004, cuando sustituyó a Iñaki Anasagasti, desterrado desde entonces al Senado. Como en una historia de amor de dos militantes bolcheviques, ambos se conocieron en un batzoki, mientras militaban en EGI, las juventudes del partido. Aitor participaba en las campañas pegando carteles, que en ese compromiso los peneuvistas siempre han superado a los jóvenes de UCD, de AP y del PP, tanto para pedir el voto para el PNV como para instar a los vascos a dejar de leer el periódico más vendido de la región, El Correo Español, o protestar por la presencia de José María Aznar en la sagrada tierra vasca.

Itxaso ha sido una apparatchik de libro, aunque con un apellido que le ha evitado hacer colas delante de despachos. Fue miembro (o miembra) del Instituto Vasco de la Mujer, Emakunde, entre 1995 y 2009, por designación del Parlamento vasco, y también teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zeberio, de unos 1.000 habitantes. Semejante bagaje y experiencia la han conducido a dirigir la poderosa militancia vizcaína del PNV.

Productoras de tv, que no falten

También hay que decir que no toda su vida ha estado ligada a la Administracion y al partido, como corresponde a un vasco emprendedor, o emprendedora. Itxaso tiene experiencia como empresaria, ya que posee una productora audiovisual que ha vendido programas a la televisión pública vasca, ETB, cuya dirección general desempeño durante una década (1999-2009) Andoni Ortuzar, que también fue presidente del BBB en el mandato precedente al de Itxaso (2008-2013). Pura casualidad, ya que también la televisión del Estado español, TVE, ha sido cliente de su productora.

Itxaso Atutxa y Aitor Esteban tienen dos hijos pequeños. Cabe deducir de la carrera de sus padres que, afortunados ellos, no conocerán el desempleo, las becas sin cotización a la Seguridad Social ni los contratos basura. Como le dijo hace años Juan José Ibarretxe al hijo de un herido en un atentado etarra: "En Euskadi se vive muy bien".

Pero algunas prácticas políticas son muy parecidas a las del resto de España. 

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