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Cultura

Johan Brouwer, el hombre al que quisieron fusilar republicanos y nacionales

Johan Brouwer, en 1956.

Se titula Los tesoros de Medina Sidonia y puede que sea de las novelas más extraña que sobre la Guerra Civil Española se hayan publicado. Esta obra del hispanista holandés Johan Brouwer (1898-1943), traductor de Ortega y Gasset y especialista en el misticismo español, había permanecido inédita en castellano hasta que la editorial Berenice la publicó traducida. 

El eterno candidato holandés al Nobel Cees Nootebom definió a Brouwer como "una de las figuras más raras de nuestra literatura" y dijo de él que tuvo una vida "muy movida y poco holandesa", en alusión a sus dos estancias en la Guerra Civil española, una con cada bando -ambas facciones estuvieron a punto de fusilarle al creerlo espía-, con experiencias recogidas en esta novela.

Según el director de la editorial Berenice, David González Romero, esta novela ha permanecido ausente de los registros de la guerra civil. El neerlandés, una lengua algo alejada de la cultura hispánica, había sido su principal obstáculo. Ahora, tras la traducción al español de Isabel-Clara Lorda Vidal.

Brouwer mantuvo contacto con Ortega y Gasset, los hermanos Semprún y José Bergamín, pero era –a decir de González Romero- un personaje algo excéntrico e incómodo para ambos bandos, ya que era católico a ultranza, “pero quedó horrorizado con el bando nacional y pasó a defender la República”.

Era un personaje algo excéntrico e incómodo para ambos bandos. A pesar de ser católico a ultranza, quedó horrorizado con el bando nacional.

El título de esta novela -Los tesoros de Medina Sidonia- alude a las obras de arte y piezas que  el duque de Medina Sidonia había perdido en época de Felipe II. La novela comienza con un narrador en primera persona que parte parte para la Guerra Civil como brigadista internacional para ayudar a defender la República española. Resulta herido y es enviado como voluntario a la iglesia de San Francisco el Grande en Madrid, donde se encargará de inventariar las obras de arte que se esconden en los sótanos para ponerlas a salvo de los efectos de la guerra.

En los sótanos de la iglesia de San Francisco el Grande, el protagonista halla una serie de indicaciones que le conducen a los tesoros del duque de Medina Sidonia, comandante en jefe de la Armada Invencible. En una rara combinación de novela histórica y gótica, entran en escena espectros del siglo XVI, que hacen referencia a la realidad espiritual y sobrenatural que pervive en España. Teorías parapsicológicas alternan con contemplaciones históricas.

José María Semprún Gurrea, padre de Jorge Semprún y embajador español en La Haya, le salvó de ser fusilado en Valencia.

Sus estudios sobre el misticismo español, sus viajes a España y Portugal y su entrega emocional al mundo hispánico hicieron que Brouwer se convirtiera al catolicismo en 1934, por lo que al inicio de la Guerra Civil, muy impresionado por la quema de iglesias, visitó la zona sublevaba, pero tras su estancia en Burgos y conocer los excesos de los rebeldes renegó de ese bando.

Si en esa ocasión fue salvado del fusilamiento a manos de falangistas por un grupo de amigos requetés, en la segunda ocasión que visitó España, en diciembre de 1936, alineado ya con la causa republicana, fue José María Semprún Gurrea, padre de Jorge Semprún y embajador español en La Haya, quien tuvo que salvarlo al haber sido detenido en Valencia, sospechoso de espionaje.

Autor, entre otras obras relacionadas con España, de una biografía novelada de Juana la Loca, Brouwer cobró fama con su traducción que hizo en 1933 de La rebelión de las masas, pero se distanció de Ortega y Gasset, a quien acompañó en sus estancias en Holanda, por su falta de compromiso con la República que había colaborado en instaurar.

Brouwer se se distanció de Ortega y Gasset,  por su falta de compromiso con la República que había colaborado en instaurar.

Brouwer escapó en dos ocasiones al fusilamiento en España, pero finalmente murió tiroteado por los alemanes en 1943, tras haber participado en el asalto y destrucción del Registro Civil de Ámsterdam, en lo que se denominó "La revuelta de los artistas", ya que fue un grupo de intelectuales el que lo efectuó para impedir a los nazis seguir localizando a judíos.

Extraño personaje, Brouwer comenzó sus estudios para ejercer de misionero en las Indias Orientales. Fue cómplice de asesinato. Tras seis años preso –fue en la cárcel donde conoció la literatura clásica española de manos de un religioso- estudió literatura en la Universidad de Groningen. Escribió una tesis que dio como fruto uno de sus mejores libros, Psicología de la mística española (1931).

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