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Ningún banco se presenta al concurso para gestionar el millonario 'peculio' de los presos

Agentes de la Guardia Civil patrullan el exterior de un centro penitenciario.
Agentes de la Guardia Civil patrullan el exterior de un centro penitenciario.

Se busca entidad financiera para llevar las cuentas bancarias de Instituciones Penitenciarios... sin éxito. El Ministerio del Interior publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 30 de julio el pliego de prescripciones técnicas del concurso para adjudicar el contrato para gestionar durante los próximos tres años los depósitos a través de las cuales Prisiones hace frente a sus gastos, paga las nóminas de sus funcionarios y centraliza el dinero que pueden gastar los reclusos entre rejas, el conocido como peculio. Meses después ha tenido que declararlo desierto, después de que a la licitación no se presentara ningún banco pese a que el volumen de dinero que se mueve a través de ellas es millonario. De hecho, sólo en las que reciben el dinero para los presos se ingresaron más de 100 millones de euros durante 2015, como adelantó este viernes Vozpópuli. Por ahora, todas ellas siguen abiertas en sucursales del Santander, que fue la entidad que se hizo con el anterior contrato y que venció el pasado 7 de noviembre, según la documentación a la que ha tenido acceso este diario.

Interior licitó en julio el contrato para gestionar tres tipos de cuentas de Prisiones. La falta de ofertas ha obligado a declarar desierto el concurso

El contrato se licitó como "negociado con publicidad" y pretendía adjudicar la gestión de tres grupos de cuentas. En primer lugar la denominada "de gestión de gastos de Administración", a través de la cual Interior hace frente a los gastos de funcionamiento de los distintos establecimientos dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias". Se trata, en concreto, de 84 depósitos, uno por cada prisión o Centro de Inserción Social (CIS), además de uno de los órganos centrales. Sólo desde esta última se realizaron pagos por más de 8,8 millones de euros durante 2015. El segundo grupo de cuentas es el de "pago de haberes", y tiene por objeto el abono de las nóminas de los funcionarios de prisiones. Es, con diferencia, la que más fondos mueve. De hecho, los depósitos de 21 cárceles reciben anualmente más de 10 millones de euros cada una por este concepto. En el caso de la de Valencia, el año pasado la cifra ascendió a cerca de 27 millones.

Finalmente, el tercer grupo es el de las cuentas abiertas para la "gestión de peculio", nombre que reciben las cantidades que familiares y amigos de los reclusos para que éstos puedan hacer diversos pagos en el economato de la prisión o para adquirir a través del 'demandadero' productos no prohibidos pero que no están a la venta entre rejas, como televisores para las celdas o libros. En estos depósitos se ingresaron durante 2015 algo más de 111 millones de euros, según la propia documentación que Interior adjuntó al pliego de prescripciones técnicas. Según detallaba este documento, Instituciones Penitenciarias exigía a las entidades financiera que la recepción de estos fondos de los internos se hiciera de forma gratuita y que los empleados de las sucursales detallaran tanto la identidad de la persona que hacía el ingreso como del preso que iba a recibir el dinero. Un control que se ha extremado al haberse detectado supuestos casos de blanqueo e, incluso, pagos por transacciones de droga en los movimientos de los peculios, como adelantó Vozpópuli en noviembre del año pasado.

Sin intereses de demora

A esta existencia de seguridad, Interior sumaba otras en el pliego. Así, en la cuenta destinada a pagar las nóminas de los funcionarios se exigía que no se imputaran intereses de demora. "Independientemente de que por parte del Tesoro Público se haya o no librado el oportuno mandamiento de fondos, las entidad adjudicataria se compromete al pago de las retribuciones a todo el personal". Pago que, además, debía hacer efectivo "el penúltimo día hábil de cada mes". Además el documento recogía la necesidad de que "la entidad adjudicataria" adquiriese el compromiso de de "efectuar adelantos de nómina de hasta 1.500 euros" sin intereses a cada funcionario, así como la suscripción de un seguro de fallecimiento de 4.500 euros y otro de 30.000 euros de accidente "para los supuesto de muerte e invalidez permanente derivado de actos violentos o terroristas" siempre que los trabajadores hubieran domiciliado la nómina en ese mismo banco.

El pliego del concurso obligaba a las entidades financieras a pagar las nóminas de los funcionarios de prisiones aunque no hubiera recibido los fondos del Tesoro Público

Instituciones penitencias también exigía a los aspirantes el compromiso de prestar "sin coste alguno" el servicio de transporte de dinero para dotar con efectivo a "las cajas pagadoras" de la sede central y de los centros penitenciarios "con una periodicidad mínima de cuatro envíos mensuales, en viaje de ida y vuelta". El pliego, que recuerda la "inembargabilidad de los fondos públicos", ponía como condición que el banco tuviera "oficinas propias abiertas al público en, al menos, el 50% de las localidades donde están ubicados los establecimientos penitenciarios". Todo ello con un coste '0' para la Administración y por tres años. Condiciones que no han interesado, hasta el momento, a ninguna entidad financiera. Aún se busca candidatos para gestionar estas millonarias cuentas.

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