El primo del alcalde, Carlos Martínez-Almeida, ha declarado este martes en calidad de testigo en el 'caso Mascarillas' y ha reiterado la versión que ya aportó en la fase de insturcción. Es decir, que se limitó a dar un correo electrónico al acusado Luis Medina para que ofreciera sus mascarillas al consistorio. Es más, ha comentado que "jamás en su vida" le ha visto.
Unas delcaraciones que han tenido lugar en la tercera sesión del juicio que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Madrid donde la Fiscalía pide 15 años para Alberto Luceño, por estafa agravada, delito continuado de falsedad en documento mercantil cometido por particular y delito continuado de falsedad en documento oficial. Pide otros 9 para Luis Medina en concepto de estafa agravada y otro delito continuado de falsedad en documento mercantil cometido por particular.
Tal y como ha relatado el primo del alcalde, todo comenzó cuando María Díaz de la Cebosa, que era la presidenta de la Universidad Americana en Madrid le llamó para decirle que había un antiguo alumno de su universidad que tenía experiencia con negocios en China y que estaba en disposición de conseguir mascarillas. La conocía por la relación de ambos "en el tercer sector".
De modo que contactó con Matilde García Duarte, que por aquel entonces era coordinadora general del consitorio, para trasladarle la propuesta, ofreciéndole esta un correo electrónico como contacto. A raíz de ello, Medina se puso en contacto con él en dos ocasiones. En la primera llamada el acusado le dijo quje tenía experiencia con la industria textil y el comercio con China, por lo que podía obtener este material sanitario tan apreciado en esos momentos. Le dijo que estaba interesado en ayudar al Ayuntamiento.
En esa conversación Martínez-Almeida no recuerda si le especificó si lo que quería era donar o vender el material al Ayuntamiento porque "fue una conversación breve", al igual que tampoco le habló de socios. Tras esta primera, llegó la segunda. Ambos volvieron a hablar a los pocos días, no recuerda el tiempo exacto que pasó, para comentarle que, pese a haber enviado el email a la dirección que le había facilitado, nadie le había contactado. Nunca más volvió a hablar con él.
También ha hecho ver la confianza que tenía en García Duarte. "Es una persona rigurosa, cualificada, cumplidora de la ley y funcionaria, seguiría los trámites que ella considerase". Por lo que ha destacado que nada de lo que él pudiese haber hecho o dicho, que no lo hizo, hubiera podido afectar en los trámites de la contratación. Pese a que es el primo del alcade de Madrid, ninguna de las partes le ha preguntado por José Luis Martínez-Almeida.
Dos declaraciones de testigos de banca
Durante la sesión ha declarado como testigo también una trabajadora de Deutsche Bank, banco en el que Medina habría ingresado un millón. Ha relatado que el acusado le preguntó a la hora de abrir la cuenta que tenía un negocio pendiente de salir y que, si finalmente se materializaba, iba a necesitar una cuenta en dólares para recibir el abono de ese importe. Una transferencia que, finalmente, llegó.
El acusado le preguntó qué documentación tenía que aportar para abrir esta cuenta en dólares ya que era un importe relevante y le dijo que tendría que aportar la documentación que justifiicara el origen de los fondos y la naturaleza de ellos. Unos papeles que le aportó por correo electrónico. Esa documentación entregada, ha explicado, "se envía al departamento de compliance, que es el que investiga los posibles delitos financieros, si los hay". Es una práctica habitual cuando hay una operación relevante o inusual.
El tercero en delcarar como testigo ha sido el director de la CaixaBank en la que Luceño habría ingresado el supuesto dinero. Recuerda que, por aquellas fechas, el acusado le comentó que estaba viendo la posibilidad de traer material santiario y que estaba viendo en distintas entidades condiciciones para el tipo de cambio. No le llamó la atención la recepción de esas transferencias que eran entre 3 y 4 millones porque le avisó. Ha comentado que Luceño le entregó documentación para justificar esas transferencias antes de que ellos se lo pidiesen, unos papeles que envió por correo electrónico y que posteriormente fue remitida al departamento correspondiente para analizarla. Algo que es "protocolo habitual".
Hay que recordar que el Sepblac, la Unidad de Inteligencia Financiera, la que trasladó a la Fiscalía Anticorrupción la existencia de las citadas mordidas millonarias, dando lugar a la investigación judicial. En su querella, la Fiscalía Anticorrupción apuntaba que estos papeles que aportaron a sus respectivos bancos estaban falsificados, de manera que no sería información veraz.