La causa dirigida por el titular del Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid contra Begoña Gómez continúa avanzando con nuevas declaraciones. Este miércoles, ha sido el turno del secretario general en España de Telefónica, Nicolás Oriol, quien ha comparecido en sede judicial en calidad de testigo. La declaración del directivo de la compañía ha arrojado nuevos datos sobre cómo la mujer de Pedro Sánchez utilizó su agenda contactos para conseguir financiación para el software de la Universidad Complutense.
Entre los contactos que Begoña Gómez rescató de su lista telefónica destaca el de Rosauro Varo, vicepresidente no ejecutivo del Consejo de Administración de Telefónica España y uno de los mayores accionistas individuales de la compañía. Según detallan a Vozpópuli fuentes jurídicas, el testigo ha detallado ante el juez que fue Varo quien propuso escuchar la propuesta de Begoña Gómez. La recomendación del alto directivo fue el primer paso de lo que acabaría siendo una inversión de 110.000 euros.
El director jurídico de la compañía ha detallado que fue la propia Begoña Gómez quien llamó por teléfono a Rosauro Varo para informarle sobre el proyecto. Tiempo después, la mujer del presidente del Gobierno acabó visitando la sede central de la compañía de telecomunicaciones donde se celebraron, al menos, dos reuniones en presencia de altos directivos de la compañía. Según las fuentes consultadas, la relación de la esposa de Pedro Sánchez con el empresario venía de tiempo atrás.
No obstante, este no fue el único contacto del que tiró la investigada para conseguir financiación para la cátedra de la Complutense codirigida por ella. El subdirector general de la Fundación la Caixa, Marc Simón, declaró el pasado mes de agosto ante el juez que Begoña Gómez le contactó personalmente para presentarle el proyecto de la cátedra.
Según detalló en sede judicial, los primeros contactos con la esposa del secretario general del PSOE comenzaron mucho antes, en el año 2019, en el marco de la Cumbre del Tercer Sector que se celebró ese año en ,adrid contra la pobreza infantil. Dichos encuentros, aclaró, se produjeron junto con profesionales y entidades vinculadas al sector. No obstante, el directivo sí quiso matizar ante el juez que nunca llegó a reunirse con ella en persona para tratar los aspectos relacionados con la cátedra extraordinaria en Transformación Social Competitiva creada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
La colaboración de la fundación con la cátedra codirigida por la esposa del jefe del Ejecutivo se inició en 2019. La aportación financiera de la Fundación La Caixa ascendió a 15.000 euros anuales, sumando en cuatro años un total de 60.000 euros.
En el caso de otra de las compañías patrocinadoras, Reale Seguros, la mujer de Pedro Sánchez utilizó otra táctica. En este caso, fue un amigo de su marido, David Sanza, quien presuntamente pidió a Ignacio Mariscal, consejero delegado de la compañía, que recibiera a Gómez. Así lo reconoció el propio Mariscal el pasado mes de agosto en su declaración ante el juez Peinado, donde además detalló que empresa participó en la cátedra porque venía avalada por la Complutense y que desconocía que la investigada no era licenciada.
Asimismo, según viene reflejado en varios correos electrónicos presentes en la causa, Begoña Gómez utilizó a la alto cargo de Moncloa, Cristina Álvarez, para que la empresa prolongase su contrato de patrocinio con la cátedra de la UCM. En concreto, Álvarez envió a la directora de Comunicación de Reale Seguros, Pilar Suárez-Inclán, un correo electrónico en el que pedía que siguieran no retirasen la financiación. "Me dice Begoña que te traslade que le encantaría que sigáis como Patronos de la Cátedra, aunque sea con una cantidad inferior. Dispuestos a colaborar con vosotros en lo que necesitéis", decía el mensaje.
Financiación del software
La información revelada por los documentos obrantes en la causa junto con las declaraciones en sede judicial de varios testigos revelan que Begoña Gómez contacto de manera personal, al menos en la mayoría de ocasiones, con los directivos de varias compañías para conseguir financiación para la cátedra y el software de la Complutense, que acabó registrando a su nombre.
Cabe recordar que la colaboración de Google, Indra y Telefónica con la plataforma digital registrada a nombre de la mujer del presidente del Gobierno llegó a cerrarse por un total de más de 250.000 euros. A pesar de no haber concluido los trabajos para su puesta en marcha, dicha colaboración sí supuso una inversión inicial de miles de euros por parte de las empresas. En concreto, Indra aportó 128.442 euros, Google 110.000 euros y Telefónica 55.000 euros.
Para las acusaciones esta operación apunta a un presunto delito de apropiación indebida, por el que ya tuvo que comparecer el pasado 18 de diciembre la esposa del jefe de Estado en sede judicial, al registrar a su nombre la plataforma utilizando, además, la denominación de Transformación Social Competitiva utilizado también para la cátedra de la Complutense. Al respecto, Gómez defendió ante el juez que la UCM estaba al tanto de sus movimientos y que, además, el nombre de TSC fue propuesto por ella misma. Por su parte, la Universidad aseguró en un informe remitido al juzgado el pasado mes de julio que no tuvo conocimiento del registro de dichas marcas hasta que no se publicó la información en los medios de comunicación.
MataNarcisos
23/01/2025 08:51
¿Comprenden ahora la razón de que haya tanto funcionario, tanto contratado en el Palacio de la Moncloa, un servidor que pasa todos los días por la puerta del mismo, tiene problemas para salir de la A6, porque la salida de coches del aparcamiento del Palacio tiene el movimiento de un aeropuerto mediano.... Con eso se podrán dar una idea de la cantidad de personal contratado, pagado por.... USTED.
jopetas
23/01/2025 14:30
Niégale unos cientos de miles (calderilla) a la esposa del presidente. No hay narices para hacer eso.
lablasca
24/01/2025 08:41
La mujer de un presidente no puede, ni debe, pedir dinero a empresas privadas ni públicas para sus propios negocios. ¿Es que de verdad es necesario explicar esto? ¿A dónde hemos llegado?