Las mujeres ya son mayoría en la Carrera Judicial. Por poner datos sobre la mesa, en España actualmente hay 5.416 jueces, de los cuales 3.101 son mujeres, una cifra que representa el 57,2% del total y que, en la última decada, ha supuesto un aumento de un 10%.
En septiembre de 2024 ocurrió un acontecimiento histórico. Por primera vez en los 200 años de historia del Tribunal Supremo, Isabel Perelló se convertía en la primera mujer presidenta del alto tribunal y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Una decisión que fue aplaudida por todas las asociaciones de jueces, que la describieron como una persona profesional, independiente y cercana.
Una mujer que, como se ha podido observar en estos primeros meses de mandato, no tiene pelos en la lengua. Por ejemplo, criticó públicamente el Anteproyecto de Ley Orgánica del Poder Judicial para cambiar el sistema de acceso a la carrera judicial anunciado por Félix Bolaños. Recordó al ministro que el sistema actual era completamente democrático.
La presencia femenina ha aumentado en últimos nombramientos realizados por el CGPJ. De 30 que se llevaron a cabo en febrero, 14 recayeron en mujeres y, por primera vez, se nombró a una juez al frente del Tribunal Militar Central. De los 32 nombramientos realizados en el mes de marzo, 8 fueron mujeres para el Tribunal Supremo. Actualmente el el alto tribunal hay 18 mujeres, pero 56 hombres.
Para Carmen Gámiz, magistrada de los Juzgados de Violencia Sobre la Mujer, estos nombramientos no son suficientes porque, aunque se va accediendo a puestos representativos en presidencias de tribunales y salas, la presencia femenina "aun está infrarrepresentada". Por lo que cree que todavía estamos lejos de conseguir la igualdad al ser la mujer la que sigue cuidando a los hijos o a los familiares mayores "en vez de enriquecer su currículum", explica.
Además, hay que recordar que no fue hasta el año 2020 cuando se nombró por primera vez a una mujer presidenta de Sala en el Supremo. María Luisa Segoviano lideró la Sala de lo Social hasta 2022, posteriormente le siguió Rosa María Virolés y, ahora es Concepción Ureste.
Hasta 1966, las mujeres no podían acceder a la carrera
Según explica Gloria Poyatos a Vozpópuli, aunque las cosas han evolucionado, todavía queda mucho por hacer. Esta magistrada es desde hace unas semanas la presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias y recuerda que la primera mujer que accedió a la carrera, Josefina Triguero Agudo fue en diciembre de 1977.
Un hecho importante sobre todo teniendo en cuenta que hasta 1966 no podían acceder a la carrera judicial al estar prohibido por mandato legal. Otro de los avances que Poyatos ha apreciado es, por ejemplo, el plan de igualdad de 2020, el protocolo de acoso y la Ley Orgánica 2/2024 de representación paritaria entre hombres y mujeres en puestos de relevancia. Lo que hará "que por fin lleguemos a puestos de liderazgo tanto gubernativos en el Tribunal Supremo, donde se esculpe la jurisprudencia".
Pero también resalta obtáculos. "Las decisiones de relevancia que se toman dentro de la profesión siguen siendo tomadas mayoritariamente por hombres". También destaca que los méritos que se exigen para llegar a esos puestos son méritos que carecen de perspectiva de género y que no "tienen cuenta las especialidades biológicas de las mujeres, sea el embarazo, la lactancia o el puerperio".
Por otro lado, Marisa Llambés, magistrada decana en los juzgados de Villarreal, relata que ahora mismo en la profesión hay mujeres de todos las edades donde en las últimas promociones el 70% son mujeres las que aprueban. En cuanto a las pruebas de especialización en el ámbito mercantil, laboral, contencioso, administrativo, que son pruebas duras, también existen porcentajes equilibrados entre hombres y mujeres, al igual que en las Salas de Gobierno de los tribunales superiores de justicia. No obstante, ve que los porcentajes no están equilibrados en altos cargos judiciales de nombramiento discrecional que lleva a cabo el CGPJ.
Dificultad de conciliación
Por otro lado, también ha resaltado la gran dificultad de conciliación que existe con respecto a las guardias que realiza en el juzgado. Son obligatorias y se pagan a 1,50 euros la hora, lo que hace muy difícil poder estar con niños pequeños y no poder pagar una guardería con ese dinero cobrado de la guardia.
Teresa Puchol, del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 4 de Dos Hermanas ve complicado acceder a las especializaciones porque para aprobar una oposición interna hace falta tiempo. "Yo, particularmente, no deseo sacrificar el tiempo que le dedico a la familia para obtener un mejor puesto en el escalafón. En mi opinión las mujeres optamos en mayor medida por dedicar nuestro tiempo libre a la familia y no a promocionar nuestro trabajo. Y, siempre que dicha elección sea libre, me parece tan respetable como el que decide sacrificar ese tiempo a ampliar su formación y sus posibilidades de promocionar".
No obstante, detalla que sigue habiendo mucho machismo, aunque sea de forma muy sutil. Sin embargo, cree que ahora se da la paradoja de que una mujer juez se va a encontrar en la picota independientemente de lo que opine o de lo que haga.
"Si actúa con arreglo a derecho, pero con la creencia de que no sigue ciertas directrices ideológicas denominadas “de género” será criticada por quienes siguen esas directrices por actuar de esa manera, con el sambenito añadido de “ser mujer”, como un ataque a su propio sexo; si actúa con arreglo a derecho, pero en la creencia de considerar que lo ha hecho en atención a esas directrices ideológicas “de género”, se le añadirá el apelativo de nuevo e insultante cuño “feminazi”. En el caso de los jueces la dicotomía se encontraría entre el machista de toda la vida y el “aliado”.
cnasciturus
08/03/2025 11:36
Seguro que ustedes que lo saben todo ya se habrán enterado que ahora lo que se pregunta cuando tienes un juicio es ni me toca un hombre o una mujer. Los que nos dedicamos a estas cosas preferimos un hombre... y no es por machismo.