La defensa de la asesora de Moncloa, Cristina Álvarez, ha recurrido la decisión que tomó el juez Juan Carlos Peinado el pasado 28 de enero de imputarla en el 'caso Begoña Gómez'. Una decisión que llegó tan sólo 19 días después de que, en un primer momento, el instructor denegase atribuirle tal condición en una providencia. Por lo que tachan de "caprichoso" y "copernicano" este cambio de criterio que ha tenido lugar "mediante una escueta motivación de cuatro líneas".
Según el recurso de apelación adelantado por El Independiente y al que ha tenido acceso Vozpópuli, entre el 9 de enero (fecha en la que se denegó en un primer momento su imputación) y el 28 de enero no se practicó ninguna diligencia, ni se recibió ninguna información que justificase "tan caprichoso criterio, salvo que nos encontremos ante la instrucción de Schrödinger, en la que las cosas pueden ser y no ser a la vez". En esos días, sólo hubo 4 declaraciones testificales celebradas el 22 de enero.
El abogado de Álvarez, José María de Pablo, explica al titular del Juzgado de Instrucción Nº41 de Madrid que, tal y como relata la Ley de Enjuiciamiento Criminal en su artículo 161, los tribunales no pueden variar resoluciones una vez han sido firmadas. Lo que se permite es "aclarar conceptos oscutos o rectificar errores materiales". De modo que entiende que se está contradiciendo ya que, en un principio, "estableció la imposibilidad de incardar" su participación en los delitos objeto de la causa.
A lo largo del escrito se trata de señalar lo que en su día la asesora dijo en su declaración, es decir, que llevaba la agenda de Begoña Gómez y su correo electrónico. Además, en el recurso se explica que "llama la atención la comparación entre la extensa y rigurosa motivación de la Providencia de 9 de enero que rechazó la imputación, y la exigua e ilícita motivación del Auto ahora recurrido".
El juez Juan Carlos Peinado acordó citar como imputada a la asesora de la mujer del presidente después de escuchar su declaración como testigo en sede judicial el pasado 20 de diciembre. Cristina Álvarez reconoció que asistió a Begoña Gómez en cuestiones privadas por la amistad que les unía. En concreto, Álvarez intercambió varios 'emails' con la Universidad Complutense de Madrid y con los representantes de las compañías patrocinadoras de la cátedra codirigida por Begoña Gómez.
Tras escuchar a Álvarez en sede judicial y analizar los 'emails' obrantes en la causa, Peinado anota en su auto, al que ha tenido acceso Vozpópuli, que "constan diferentes informes sobre la intervención" de la hasta ahora testigo en los hechos investigados. Por ello, explica el instructor, procede el cambio de su estado procesal al de investigada. El juez le imputa un presunto delito de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
El letrado lamenta que es imposible conocer qué hecho en concreto se atribuye a su patrocinada" porque su testifical "no fue autoincriminatoria" y recuerda que "está prohibido valorar el contenido de una declaración en perjuicio del propio testigo".
