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Televisión

Rosa María Mateo y los 19 candidatos eternos a sustituirla en TVE

La administradora única de RTVE, Rosa María Mateo

Uno asiste por televisión a las sesiones del Congreso de los Diputados y sólo puede concluir que lo de nuestra clase política no tiene solución. Porque con la que está cayendo con la pandemia y la crisis económica no parecen reales semejantes debates. Si a eso le sumas los tiras y aflojas entre el Gobierno y Madrid y otras comunidades sobre cómo combatir el virus, te dan ganas de exiliarte. En eso andaba pensando cuando sonó el teléfono. 

-Hola, querido, tienes razón en que muy bueno el documental de La noche de Patria. Y la serie también tiene buena pinta. 

-Vaya, esta es la primera vez que llamas para halagarme. 

-No te llamo para eso. Es que acabo de leer una noticia en Vozpópuli sobre las quejas de los candidatos a sustituir a Rosa María Mateo

-¿Te refieres a los candidatos eternos? 

-¿Cómo?

-Sí, mujer, los candidatos que a este paso esperarán eternamente su oportunidad. Llevan preseleccionados casi dos años por la vía de un concurso público que sigue en vía muerta en el Congreso de los Diputados.

-Por eso se quejan, claro.

Que el órgano de gobierno de los jueces no se renueve y continúe de forma interina es un escándalo para la democracia. Pero con la tele pública nadie, salvo los propios interesados y algún periodista pesado, parece preocupado del asunto

-Es como para desesperarse, además de quejarse. Siempre me pregunto por qué los gobernantes no tienen tanta prisa con TVE como con el Consejo General del Poder Judicial. Que el órgano de gobierno de los jueces no se renueve y continúe de forma interina es un escándalo para la democracia. Pero con la tele pública nadie, salvo los propios interesados y algún periodista pesado, parece preocupado del asunto. Cuando además la cosa es más grave, porque al menos el Poder Judicial está en manos de gente que fue elegida para ello.

-Bueno, la eligió el Congreso. 

-O sea, el Gobierno y sus socios para salir de un atolladero bastante complicado. Es lamentable. Pero te decía que este caso es aún peor porque en RTVE ni siquiera hay consejo de administración. Lo que hay es una administradora única que hace lo que le viene en gana y que, como siempre digo, llegó al cargo para cuatro meses y lleva más de dos años. Y esto, gobierne quien gobierne, no tiene nombre. 

-Sí tiene nombre, sí. Se llama vergüenza. Y manipulación, si me apuras

-Tienes razón. Aunque, bien mirado, en eso era aún peor la etapa de su antecesor en el cargo, el célebre José Antonio Sánchez, colocado por el Gobierno del PP. 

-Mal de muchos no es consuelo de tontos, ¿no? 

-Vuelves a tener razón, querida. Además, ya llevamos tiempo denunciando que la gestión de la superadministradora está siendo nefasta. La audiencia sigue cayendo en picado. La principal apuesta de esta temporada es reestructurar las mañanas, para lo que se han cargado un buen programa como Los Desayunos. Y, como el share no tira, ya se dice que están pensando volver a cambiar la parrilla para darle un programa de debate a Jesús Cintora. La otra apuesta renovadora es el programa de Gemma Nierga para Cataluña. Me parece buena idea, pero problema es que por ahora no lo ve nadie. Siete mil espectadores, he leído por ahí.   

-Vaya panorama pintas. 

-Es el que hay. Ahora mismo en TVE sólo se salva Masterchef Celebrity. Y, para ser justos más allá de las audiencias, al menos en La 2 se siguen emitiendo contenidos de calidad. Esta misma noche del miércoles, sin ir más lejos, ponen dos buenos documentales sobre el terrorismo. Uno es 1980, de Iñaki Arteta, y el otros es el que cuenta lo de la librería Lagun. 

-No los he visto. 

-Pues ya estás tardando. Merecen mucho la pena. 

-Oye, ahora que me acuerdo, ¿no escribiste ya hace un par de meses algo sobre la broma que era esta etapa de Rosa María Mateo al frente de RTVE y donde pedías que el Congreso actuase cuanto antes?

-Sí, buena memoria. Pensaba que solo lo recordarían esos 19 candidatos eternos. Valga la redundancia. A ver si alguien hace caso de una vez. Ya hablaremos. 

-Hasta otra. 

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