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Tecnología

Gear Fit, la última maravilla wearable de Samsung

Samsung Gear Fit.

Gadgets wearables (el otro día propuse a un amigo una traducción de este término y a bote pronto nos salió “ponible”, lo que directamente nos evocó al Viagra) hay cientos en la actualidad: sensores autónomos, zapatillas con módulo GPS, gafas, relojes, collares y, principalmente, pulseras multifunción. La Samsung Gear Fit es un wearable en modo pulsera que aúna las funciones de reloj avanzado (smartwatch, reloj inteligente) y monitor de actividad.

Lo primero que llama la atención es su pantalla. Por dos razones: primera, porque es curva (tan de moda ahora en los televisores, como hemos avanzado ya en Marabilias) y por la calidad de reproducción. Equipa la tecnología Super AMOLED y su diagonal es de 1,84”. Parece que lleva una pegatina adherida por lo estupendamente bien que muestra los datos, y puedes personalizar su contenido y presentación casi a capricho. Por cierto, es una pantalla táctil, por lo que basta con que deslices el dedo sobre ella para pasar de uno a otro menú, y tocarla para gestionar las distintas alternativas de gestión.

La pulsera solo tiene un botón físico, siendo su cometido encender la pantalla para mostrar datos, volver a la interfaz de inicio y apagarla. Se rodea de una correa de goma de muy buen acabado y perfectamente ajustable. Además, esta correa es intercambiable y está disponible en varios colores y diseños.

Multitud de prestaciones

Así es, la Gear Fit muestra la hora y la fecha, y el estado meteorológico, y los pasos que das, y las calorías que quemas, y te alerta de si recibes una llamada o SMS… Y, y, y… Porque aun siendo tan pequeña y ligera como es, resulta sorprendente la cantidad de prestaciones que incluye. Por cierto, también mide tu ritmo cardiaco directamente en la muñeca. Vayamos por partes.

Para que todas sus funciones funcionen (valga la…) es necesario que esté asociada a un smartphone. No citamos que expresamente este tiene que ser de la misma marca Samsung y de la familia Galaxy porque, si investigas un poco en Internet, advertirás que lo puedes aliar con otros dispositivos Android (ojo, no con todas las funciones disponibles y, además, te puedes quedar sin garantía en el producto). De este smartphone extrae la información en cuanto a citas de calendario, llamadas, mensajes, email, novedades en Facebook y Twitter, etc. para enviarte alertas sobre ellos directamente a tu muñeca, avisando de ellas mediante vibraciones. Puedes leer los mensajes entrantes en su pantalla, pero ten en cuenta que esta no es muy grande, aunque, insistimos, se ve muy bien.

Monitor físico

En su faceta de monitor físico, comencemos por el dorso de la Fit, donde encontramos un sensor que se ocupa de registrar tu ritmo cardiaco. Además, cuenta los pasos que das y le puedes indicar que vas a llevar a cabo una carrera, dar un paseo, montar en bici o hacer senderismo, para que registre esa actividad de manera más concreta. También te informa del historial de entrenamiento en los días precedentes y es capaz de monitorizar tu sueño, para lo cual le tienes que indicar que vas a dormir.

Toda la información que registra en lo que se refiere a tu actividad física cotidiana se sincroniza con la magnífica aplicación S Health que ha creado Samsung para sus smartphones de alta gama. Ahí podrás conocer con más detalle tu evolución y progresos.

El efecto wow que de momento nos transmite la Gear Fit se debe a lo bien que funciona en general, a la calidad de su acabado, a la gran cantidad de datos que proporciona, a la utilidad evidente de las alertas (no tener que sacar el móvil del bolso/bolsillo) y a lo riguroso de sus registros.

Respecto a este último detalle, es muy importante tener la pulsera convenientemente colocada en la muñeca (que no ‘baile’ y justo detrás del apófisis estiloides del hueso cúbito -lo hemos buscado en Google; es ese saliente del cúbito en su conexión con la muñeca-), así como andar y correr sin demasiados aspavientos con las manos, para que los sensores y giroscopios no se confundan. Dicho esto, no vas a conseguir nunca unas mediciones perfectas, pero sí muy aproximadas.

Por lo demás, te puedes duchar, bañar, nadar y exponer a la lluvia con ella puesta (a ser posible, no bucees a bajas profundidades) y es extremadamente ligera (27 gramos). Su batería dura unos cuatro días con un uso normal. Eso sí, nos hubiera gustado la posibilidad de que pudiera mostrar el reloj de manera permanente, no sólo cuando giras la muñeca o aprietas su botón aunque, claro, eso penalizaría gravemente su autonomía. 199 euros.

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