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Tecnología

Psicométrica: la ciencia que puede revelar a quién votamos

La red social Facebook

El escándalo de la filtración de datos de Facebook ha alarmado a toda la sociedad. Hay quienes han decidido darse de baja en dicha red social, otros no creen que se utilizaran datos para las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Lo único que está claro es que el debate es arduo en esta materia. Pero, realmente, ¿la plataforma obtiene nuestros datos? ¿En qué consiste Cambridge Analytica y cuál es su origen?

Para entender qué ocurre en Internet con nuestra información de usuarios es conveniente saber qué es la psicométrica. Esta rama de la psicología se define como “medición de las funciones mentales en general y de las características psíquicas de los individuos en particular”. En definitiva, mide el carácter del individuo.

La red social ahora liderada por Mark Zuckerberg posee numerosas aplicaciones o posibilidades de realizar test de toda índole. En el año 2008 fueron dos estudiantes, Michal Kosinski y David Stillwell los que crean la herramienta ‘MyPeronality’. Provienen del Psychometrics Centre de la Universidad de Cambridge. En esta aplicación, los usuarios responden a un centenar de preguntas para crear su propio perfil psicológico.

Michal Kosinski, logra determinar que con menos de 70 ‘likes’ -68 en total-, puede predecir hasta el color de piel de un usuario en Facebook

‘MyPersonality’ acaba obteniendo 70.000 perfiles, convirtiéndose así en la mayor base de datos psicológicos recogidos de la historia. Además, de estos datos, la aplicación adquiere el número y la dirección de los ‘likes’ (los ‘me gusta’), la edad, los post compartidos en la red, el género de los internautas, sus publicaciones, su localización, el número de contactos que poseen y hasta el estado sentimental de los mismos.

En el año 2012 es cuando uno de los estudiantes, Michal Kosinski, logra determinar que con menos de 70 ‘likes’ -68 en total-, puede predecir hasta el color de piel de un usuario en Facebook. El porcentaje de acierto es del 95%. Con el 88% puede averiguar la orientación sexual. Y si se trata de determinar la ideología política, el acierto es al 85%.

Usuario con un ordenador portátil

El carácter también es posible saberlo, y con él, encontrar personas similares.

Hasta aquí la primera fase de los hechos. Por una prueba de dos estudiantes, los datos psicológicos de decenas de miles de personas se encuentran en manos de otros individuos.

Cambridge Analytica entra en juego

Un año después, en 2013, un analista canadiense que había formado parte de varias campañas políticas, Christopher Wylie, comienza a colaborar con Alexander Nix, al cargo del Departamento de Referéndums de SCL Group (creadora de campañas de desinformación que trata de influir en el resultado de las elecciones, sobre todo de países de Centroamérica y de África).

El presidente de Cambridge Analytica, Alexander Nix

Sin embargo, la historia se nubla cuando Nix se reúne con uno de los mayores impulsores de la campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Este hombre, Steve Bannon, buscaba una herramienta de publicidad para tratar de influir en la opinión de los votantes norteamericanos en las elecciones presidenciales del país.

Cambridge Analytica entra en juego. Los tres se reúnen con un multimillonario americano, Robert Mercer, para que invierta en un arma de propaganda que influirá en los ciudadanos usando la mencionada psicométrica. Convencen a Mercer, que invierte 15 millones en Cambridge Analytica.

Aunque uno de sus profesores trata de convencer a Kosinski para que colabore compartiendo sus estudios, se niega al conocer cuál es el objetivo

En este punto es cuando los caminos de Cambridge Analytica y del proyecto de los estudiantes americanos chocan. Los artífices de influir en la opinión de la gente buscan por todos los medios lograr su propósito y contactan con un profesor de la universidad de los dos jóvenes. No obstante, y aunque el profesor trata de convencer a Kosinski para que colabore compartiendo sus estudios, se niega al conocer cuál es el objetivo.

Será en este momento en el que el profesor, de nombre Aleksandr Kogan, trata de reproducir la aplicación de los estudiantes a través de sus mismos métodos. Kogan crea una compañía, Global Science Research, y asimismo una herramienta, ‘thisisyourdigitallife!’. En esta, además de contar con los datos de los usuarios que se registren, contará también con los de todos sus contactos de la red.

El profesor de la Universidad de Cambridge Aleksandr Kogan

Creían que sus datos eran para un estudio demográfico

SCL Group se encarga de financiar a Global Science Research, lo que le permite ofrecer entre 1 y 2 dólares a 270.000 votantes americanos por rellenar los formularios. Cambridge Analytica consiguió los datos de 50 millones de usuarios en Facebook. 50 millones que creían que sus datos serían para un estudio demográfico, algo que se encargaron de recalcar, aunque fuese radicalmente falso.

En el año 2015 hay cambios en la compañía Cambridge Analytica. Wylie y la mitad de su equipo dejan la empresa. En ese año, los medios comienzan a informar de posibles filtraciones de datos privados con fines propagandísticos. Hecho que Facebook asegura que investigará.

Pero este no es el único caso. En relación a la votación en Reino Unido sobre la opción del brexit celebrada en el mes de junio de 2016, el periódico británico The Guardian destapa que el multimillonario Mercer y Nigel Farage tienen una estrecha relación de años. Este hecho podría haber influido en la campaña por la salida del país de la Unión Europea.

Según los datos de la Comisión Electoral Federal, la campaña de Trump pagó casi seis millones de dólares a Cambridge Analytica por la gestión de datos

Es en noviembre de ese mismo año cuando el actual presidente estadounidense, Donald Trump, gana las elecciones con tres millones de votos menos que Hillary Clinton, pero se hace con estados clave para poder presidir el país. Se conoce que, según los datos de la Comisión Electoral Federal, esta campaña pagó casi seis millones de dólares a Cambridge Analytica por la gestión de datos.

La revista electrónica creada por el fundador de eBay, The Intercept entra en juego. En 2017 publica la presunta conexión entre la campaña del magnate estadounidense y la obtención de datos de la red social. Es este 2018 cuando, a través del periódico The New York Times, la presunta filtración de datos de Facebook para influir en la opinión pública adquiere la relevancia que hoy presenciamos.  

A día de hoy Facebook asegura haber cambiado sus opciones de privacidad tras el escándalo. Aún así, la Eurocámara quiere que el creador de la red social, Mark Zuckerberg, comparezca para explicar si se usaron los dato para "manipular la democracia". Pero, lo que se sabe, con toda certeza, es que hasta ahora Facebook guarda tus datos aunque mueras o elimines tu cuenta.

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