El Gobierno brasileño dará el pistoletazo de salida a su proyecto de tren de alta velocidad en la semana entrante, con la creación de un organismo regulador que se encargará de supervisar el proceso de una licitación que ha despertado el interés de inversores españoles. Pero, en realidad, se trata de un nuevo intento porque la relación de Brasil con la alta velocidad ferroviaria es una larga historia.