Las subastas suelen ser citas obligadas para los interesados en la adquisición de obras de arte a precios impensables para el común de los mortales. Precisamente este tipo de precios se pagaron hace unos días en Viena por casi doscientas de las bicicletas del coleccionista y arquitecto austriaco Michael Embacher. Esas bicis cambiaron de manos en una subasta organizada por la casa vienesa Dorotheum