Era uno de esos días en los que la vida te hace un guiño, te centra el balón frente a la puerta vacía y tan sólo hay que acariciar el momento y celebrarlo. El PP optó por desdeñarlo. Quizás es demasiado civilizado, como decía Robert Towne

Apenas aguantó Sánchez veinticinco minutos en el escaño. Se le veía incómodo, como afectado de urticaria en el colodrillo, que movía sin cesar. El ambiente de la Cámara le resultaba tan inhóspito que optó por evaporarse de la sesión control. Le es
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