La ayuda que el primer secretario del PSC, Pere Navarro, le está prestando a Alfredo Pérez Rubalcaba puede salirle cara. En el socialismo catalán se tiene la impresión de que Navarro ha ganado una batalla en la votación registrada hoy en el Parlamento catalán, pero ha perdido la guerra. De hecho, el ala catalanista del partido ya prepara la revancha y aspira a conquistar el cartel electoral para la Alcaldía de Barcelona y el de las próximas autonómicas.

El enfrentamiento entre los socialistas catalanes y el resto de las federaciones por el modelo territorial lo está intentando limar Alfredo Pérez Rubalcaba con un acuerdo de conveniencia que evite la ruptura con el PSC. El Consejo Territorial tiene previsto alumbrar este sábado en Granada un documento ambiguo que en modo alguno resuelve las diferencias internas sobre el concepto de Cataluña como nación o sobre el ‘derecho a decidir’ que tanto escuece a los socialistas andaluces, extremeños o castellano manchegos.

La Casa del Rey ha estado trabajando en las últimas semanas con la idea de una inminente abdicación de Juan Carlos I, aquejado de graves problemas físicos y colateralmente judiciales, en un anuncio que en principio se había previsto hacer público en plena Semana Santa, es decir, a finales de marzo de este año. La iniciativa se frustró con la petición del primer secretario del PSC.