No, Madrid no tiene playa… ni estrellas. Mucho neón sí, famosillos de poca monta que van de estrellas también, pero cielos estrellados…  ná de ná.  La contaminación lumínica y la polución de las  grandes ciudades provocan que tengamos la sensación de vivir siempre bajo un techo de hormigón, tan liso y tan aburrido que no merece la pena alzar la mirada.