El grupo turístico Orizonia se ha visto obligado a acudir a la figura del preconcurso de acreedores después de que la Comisión Nacional de Competencia decidiera prolongar los trámites sobre la aprobación de su compra por parte de Globalia. El Gobierno, consciente de que peligran otros 5.000 puestos de trabajo, trató de que las autoridades de Competencia dieran luz verde a la operación. Las reuniones, de las que estuvo pendiente el ministro José Manuel Soria, se prolongaron hasta última hora del jueves pero el celo de los funcionarios fue inquebrantable.