La ONU asegura que Marruecos es, junto con Afganistán, el mayor productor de resina de hachís del mundo y que España es la principal vía de entrada de la droga marroquí en Europa. Se calcula que unos 800.000 marroquíes viven del cultivo de cánnabis y en el Parlamento se ha debatido la legalización de éste.