El PSOE tiene pocos argumentos de peso para rechazar la reforma de las pensiones a la vista de los argumentos que el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero planteó en 2011 para defender un cambio legislativo que erraba en sus principales premisas: no preveía la entrada del sistema de Seguridad Social en déficit hasta 2014 y tampoco veía necesario utilizar la ‘hucha’ de las pensiones hasta 2020.

El Ministerio de Empleo y Seguridad Social señala que dispondrá de dicha cantidad el 1 de julio porque en ese mes se produce una "importante necesidad" de financiación para hacer frente a la mensualidad ordinaria y a la paga extraordinaria. El Ejecutivo recurrió por primera vez a la llamada 'hucha de las pensiones' en 2012 para abonar las pensiones, de la que extrajo entre septiembre y diciembre algo más de 7.000 millones de euros.

Reducir el gasto de 115.000 millones de euros anuales que el Estado dedica al pago de las pensiones se ha convertido en una prioridad para el Gobierno, presionado por las exigencias de Bruselas y también por la urgencia en racionalizar un sistema de Seguridad Social mal acoplado a la demografía, al número de beneficiarios, a los ingresos por cotizaciones y a las previsiones de crecimiento. Hace semanas que la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, trabaja discretamente con los principales partidos para alcanzar un amplio acuerdo.  

Al déficit presupuestario de más de 7.000 millones que arrastra la Seguridad Social de ejercicios anteriores se sumarán el año que viene, como mínimo, otros 6.000 millones, según los cálculos internos que baraja el Ministerio que dirige Fátima Báñez. Sin reformas añadidas, se admite en el Gobierno, el sistema de pensiones será insostenible.