La familia Cosmen, principales accionistas de National Express (la dueña británica de Alsa), has comenzado a deshacer posiciones en Realia, por la que apostaron hace algo más de cinco años, poco después de su salida a Bolsa. Los rigores de la crisis y su fortísimo impacto en el sector inmobiliario se han dejado sentir en las minusvalías que ha acarreado la venta de un 2% de la compañía controlada aun por Bankia y FCC: casi 30 millones de euros.

La familia Cosmen tiene una nueva oportunidad para hacerse fuertes en el sector ferroviario del Reino Unido. National Express, la compañía de la que son principales accionistas, figura entre las favoritas para hacerse con el contrato de operación de Crossrail, la red que circunvalará Londres y que está previsto que dé servicio a unos 200 millones de viajeros por año.

Golpe de efecto de los Cosmen. La compañía de transportes británica National Express, de la que los empresarios asturianos controlan cerca de un 18%, acaba de adjudicarse dos contratos para la explotación de sendas vías férreas en la región de Westfalia, una de las más pobladas de Alemania. La concesión, por un periodo de 15 años, podría reportar a National Express unos ingresos próximos a los 1.600 millones de euros.