Acaso el ateo sea muy racional, pero de ninguna manera se le puede considerar razonable: es un dogmático que niega la existencia de Dios sólo porque su estrechísima razón le dice que no puede existir

El aforismo es una liebre y la prosa continuada es la perseverante tortuga. El final del cuento es triste para el aforismo, pero Ulises es más fotogénico que la tortuga, ya sea sesteando, ya esté esprintando