La regidora madrileña recibió de Gallardón una herencia envenenada que no ha sabido encarar: mientras ella, ayudada por Hacienda, vende en el PP su gestión económica, la deuda viva supera los 10.000 millones, casi el doble de lo fijado en el Plan de Ajuste, como denuncia el PSOE. La tragedia del Madrid Arena barrió a su equipo, el tercer intento olímpico ridiculizó la imagen del Ayuntamiento y la huelga de basuras evidenció las carencias de un equipo agotado tras 22 años de gestión popular.