La confirmación de la llegada de Eurovegas a Madrid provocó un efecto positivo en varias empresas cotizadas. El más evidente fue el de Metrovacesa, propietaria de una parte de los terrenos que podrían albergar el macrocomplejo de ocio en la localidad de Alcorcón. Pero el efecto también se ha dejado sentir en otras empresas, como la compañía de juego Codere y el fabricante de máquinas expendedoras Azkoyen.