Aunque oficialmente se habla de estudio, los responsables del Grupo Parlamentario Socialista confirman que el PSOE pedirá una comisión de investigación sobre lo que definen como "injerencias políticas en Hacienda" y sobre cómo ha accedido el ministro a información fiscal de "deportistas, artistas, grupos políticos y medios de comunicación", algo que prohíbe expresamente la Ley Tributaria. 

Seis escándalos han puesto en cuestión a Hacienda. Las sospechas de politización y de tratos de favor planean sobre la Agencia Tributaria que continúa cesando a funcionarios hasta sumar más de 320 destituciones en 18 meses. "¿Qué más tiene que pasar para que el ministro dé explicaciones?", preguntan los grupos de la oposición. Ésta es la sucesión de escándalos que hoy sacuden al fisco. 

La designación de cargos de confianza y la imposición de criterios que contradicen el dictamen de los técnicos ha desatado una crisis histórica en Hacienda. Nunca en la historia de la Agencia Tributaria se habían producido dimisiones en cadena y denuncias de "injerencia política" por parte de inspectores y técnicos. Montoro mantiene su confianza en el hombre que reorganizó la ONIF para cesar a los equipos que investigaban la Gürtel y que ahora dirige la Agencia Tributaria. Los partidos de la oposición piden explicaciones al Gobierno.

Hacienda tiene encima de su mesa hasta cuatro dimisiones más a las que no ha dado trámite. Se trata de inspectores que han presentado su renuncia por lo que califican como "injerencias políticas" en la Agencia Tributaria. Hacienda afirma oficialmente que algunos de ellos “amenazaron” con dimitir pero asegura que no tiene constancia de que esas dimisiones se hayan producido. Esas bajas se producen tras el cese del director de Inspección de la Agencia Tributaria, Luis Jones, tramitado este miércoles.

La caída en picado del mercado del cemento en España está obligando a los principales operadores a una notable restructuración. La suiza Holcim, segunda empresa del sector en el mundo por facturación, se ha visto obligada a ajustar su tamaño con una reducción de casi 570 millones de euros, que dejará su capital en apenas un 25%. El desplome de la demanda y de la producción está pasando factura a los grandes fabricantes ya que la mexicana Cemex ha tenido que llevar a cabo un proceso de despidos.