Paco Liaño, 49 años, pertenece a una especie en vías de extinción. Un futbolista, ya ex, que además es forofo, que siente al equipo de su ciudad, en este caso el Racing, con la pasión y el compromiso de un aficionado. El guardameta del primer Superdepor, es hoy portavoz del grupo de ex jugadores que trata de rescatar al club santanderino de sus propietarios actuales. El Racing, un equipo histórico en días de contraste: sumergido en Segunda B, ahogado en deudas, con los jugadores sin cobrar y, sin embargo, armando ruido como ‘mataprimeras’ en la Copa del Rey. Ya ha tumbado a Sevilla y Almería. Liaño habla fuerte y claro.