Manuel Campo Vidal es ese periodista que sale de la cueva una vez cada cuatro años para moderar el debate electoral entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición. El pasado lunes se sentó entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy y, por el papel que realizó, le han llovido golpes. Unos le acusan de proteger al jefe del Ejecutivo. Otros, de no afear al deslenguado líder de la oposición. Los expertos en televisión, de dotar al cara a cara de un formato más propio de 1980 que del siglo XXI. 'Vozpópuli' le ha entrevistado para preguntarle por sus impresiones al respecto.

Muchos reproches, pocos acuerdos, alguna salida de tono y una escasa habilidad para transmitir ilusión con su proyecto de país. "El último debate del bipartidismo" -como lo ha definido Albert Rivera- ha dejado entrever las vergonzantes carencias de los candidatos. Mariano Rajoy, en su cuarto cara a cara, ha vuelto a mostrarse endeble en la defensa sus intereses y ha sido incapaz de tumbar a un rival que, con poca elegancia, no ha dudado en caer en la descalificación para tratar de captar voluntades entre los indecisos.

La Academia de Televisión, presidida por Manuel Campo Vidal, volverá a realizar un cara a cara electoral –el de Mariano Rajoy contra Pedro Sánchez-, a pesar de que las cadenas privadas habían expresado su rotundo rechazo a que lo hiciera. En el sector, lamentan que una asociación que ni produce ni distribuye contenidos se encargue de esta tarea. Mediaset rompió relaciones con esta organización después de que le perjudicara en la entrega de sus premios anuales “No nos representa”, dijo entonces Vasile.