No hay paz en el Estrecho. Un año después del trágico asesinato de los agentes David Pérez y Miguel Ángel González en el puerto de Barbate, los incidentes mortales provocados por el narcotráfico no cesan. Este mismo viernes, el tripulante de una recreativa moría y otro resultaba herido al colisionar con una patrullera de la Guardia Civil. Se trata de la segunda muerte en este tipo de incidente en apenas tres meses.
Las narcolanchas siguen campando a sus anchas por el litoral andaluz, tal y como demuestran algunas imágenes de embarcaciones entrando por el cauce del río Guadalquivir o varando con aparente impunidad en aguas del Cabo de Gata, en Almería. El Servicio Marítimo de la Guardia Civil se emplea a fondo para acabar con la presencia de los narcotraficantes en las costas, pero las cifras reflejan que no cuentan con los medios suficientes.
El Ministerio del Interior pone de relieve un aumento del 11,8% de personal en la Policía Nacional y la Guardia Civil para el despliegue del Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar desde 2018. Para el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska este aumento de personal explica las cifras contra el narco registradas en el último año,12.068 operaciones o 5.911 detenciones.
Pero, tal y como publicó Vozpópuli, el instituto armado cuenta con tan solo tres navieras para todo el litoral de Cádiz, donde existe una mayor actividad del narcotráfico. Son las únicas patrulleras que pueden resistir las embestidas de las narcolanchas y no quedar inutilizadas, ya que su casco está revestido de una capa de aluminio. Estas embarcaciones patrullan desde Algeciras hasta la desembocadura del Guadalquivir y alcanzan velocidades de hasta 75 millas náuticas (alrededor de 138.2 km/h).
En otro suceso ocurrido el pasado mes de noviembre, un narcotraficante murió y dos agentes de la Guardia Civil resultaron heridos al colisionar también una narcolancha y una patrullera, esta vez en Sanlúcar de Barrameda, a la altura de la desembocadura del río Guadalquivir. Fueron los propios guardias civiles quienes atendieron al delincuente y trataron de reanimarle sin éxito.
Falta de recursos materiales y personales
Desde la asociación profesional Independientes de la Guardia Civil (IGC) señalan que el segundo incidente mortal en apenas tres meses “evidencia que la presencia del narco sigue siendo una realidad y los guardias civiles se juegan la vida cada día con una evidente limitación de recursos materiales y personales mientras que Interior echa la vista a un lado y sigue sin reconocer a la Guardia Civil como profesión de riesgo". Critican que tampoco se declare al Campo de Gibraltar como Zona de Especial Singularidad.
Otra de las críticas lanzadas contra Interior está relacionada con el desmantelamiento del OCON-Sur, el equipo de élite contra el narco de la Guardia Civil que se planteó como un dispositivo provisional y que estuvo activa desde 2018 hasta 2022. Los aproximadamente 150 agentes que componían esta unidad volvieron a sus respectivos destinos tras la decisión de poner fin a este dispositivo especial.
Los municipios de Barbate y Cádiz acogían este viernes concentraciones para homenajear a los agentes caídos en acto de servicio aquella fatídica noche del 9 de febrero de 2024. También hay convocados homenajes este domingo, día en el que se cumple justo un año del asesinato de David Pérez y Miguel Ángel González.