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La matemática al servicio de la cultura

La matemática al servicio de la cultura

Esto va mucho más allá de la digitalización de fondos bibliográficos. Ni siquiera es sólo un proyecto de curación de esos datos digitales. Va más allá. Continúa Paz Fernández que es obligación de las bibliotecas ser visibles, añadir una capa de inteligencia que las máquinas nunca podrán dar al contenido que albergan. Hasta ahora, explica, ha faltado formación, equipos multidisciplinares, y voluntad de trabajar el dato para su reutilización. “Nuestra labor es recoger la memoria y esta se encuentra entre estos libros tanto como en Twitter.”

Ese es el contexto en el que nace el Data Lab de la Biblioteca de la Fundación Juan March. Un espacio interdisciplinar que pone los medios para que todo el conocimiento que la biblioteca y la actividad de la fundación estén al alcance de todo el mundo. Dando nueva vida a la realidad física que alberga entre sus muros.

“La Fundación fue la protagonista de la transición cultural española”

Paz Fernández, directora de la biblioteca

Metadatos, texto, vídeo e incluso location intelligence

La demanda de todo tipo de datos por parte de los doctorados del Instituto Juan March a la biblioteca de su Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales (CEACS) - antes albergado en la Fundación ahora en la Universidad Carlos III - fue un aliciente para crear este laboratorio de datos. Dicho empuje fue sólo el principio, ahora ha desbordado el dominio general de la biblioteca y abastece a todos los departamentos de la Fundación e incluso colabora con universidades. Pese a su amplitud, la estructura y los objetivos del Data Lab son cuatro:

  • Curación digital de datos: cuidar los datos desde el momento en que se generan.
  • Analítica y reutilización: se aplica tanto a la curación de datos bibliográficos como a otros departamentos de la Fundación.
  • Infraestructura: el motor que hace funcionar todo el Data Lab.
  • Innovación: el Lab en Data Lab. Libertad para explorar nuevas tecnologías y aplicaciones.

Luis Martínez, en un momento de la entrevista.

R, D3, Gephi, MongoDB, Google Analytics, NPL y tantas otras herramientas son ya parte del stack tecnológico de la Fundación Juan March. La variedad de tipos de datos que manejan Luís Martínez-Uribe y Fernando Martínez es simplemente impresionante: vídeo, imagen, sonido, texto… que estructurado como sólo los humanos saben hacer - de momento - nos da como resultado música, libros, conferencias, conciertos, exposiciones. Es sobre este ingente, complejo y fascinante cuerpo de datos sobre el que diariamente trabaja el Data Lab.

El Data Layer vendría a ser el motor que hace que esto funcione. Pone en contacto el estupendo fondo de la biblioteca para consumo público o también conecta los datos crudos con servicios de inteligencia artificial en la nube para analizar datos: análisis de sentimiento de los tuits,  transcripción automáticamente de grabaciones de conferencias…

¿Qué supone un Data Lab para un entidad cultural?

Una biblioteca del siglo XXI tiene que liderar la humanización de la Era del Dato. Visión, curación, sensibilidad son categorías que aplicadas a datos bien preparados nos permite descubrir y disfrutar más y mejor de la creación humana.

Las bibliotecas de Fernando Zóbel y Julio Cortázar, los archivos de los Fernández-Shaw y tantas otras colecciones pueden inspirar a infinidad de nuevos científicos sociales y humanistas en sus investigaciones. Ahora pueden trabajar con facilidad sobre los datos que las constituyen, bucear en los profundos océanos ideológicos y artísticos de diferentes creadores, intelectuales y científicos no tiene porque parecerse más ya a una tarea extenuante sino más bien a un zambullido agradable en aguas cristalinas gracias a la labor del Data Lab.

Fernando Martínez, informático de la Fundación.

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