Sociedad

Una de cada cinco personas está en exclusión social en España: "Nunca imaginé que terminaría viviendo en un coche"

El 12º Informe FOESSA advierte de que los empleos creados en las legislaturas de Sánchez no garantizan la integración social de los trabajadores

El término "exclusión social" crea confusión, ya que está relacionado con la "pobreza", pero va un paso más allá. Miguel lo sabe. "Solo pido tener un plato de comida. El único problema que tengo es buscar donde dormir", explica para Cáritas, que da a conocer su caso coincidiendo la presentación del Informe FOESSA. Según los datos que ha revelado la fundación esta semana, hay casi 9,5 millones de personas en España que, como él, son excluidos sociales, es decir, que tienen ingresos por debajo del 60% de la media, no pueden comprar lo necesario y viven en hogares donde los miembros de su familia no trabajan.

"Lo único que me ponen son pegas, y es que dan más beneficio a una mujer que a un hombre. No sé por qué, pero es lo que hay", se lamenta este español de 65 años que ha estado activo hasta que se quedó sin trabajo hace 15. Fue transportista, ganadero y todo lo que se le ofreció en algún momento. Ahora, divorciado, es uno de los españoles que engrosa la lista de parados de larga duración. "Me tengo que conformar con lo que tengo. Así es mi vida".

9,4 milones de personas se encuentran excluidos socialmente en España, lo que supone un 17,7% más que antes de la crisis de 2008, de los que 4,3 millones se encuentran en una "exclusión social severa", según ha asegurado la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro. De hecho, el 12% de las personas que trabajan están en situación de pobreza, lo que demuestra que los trabajos actuales no grarantizan suficientes ingresos para hacer frente a las facturas. "Se está generando empleo en sectores con baja remuneración y poca estabilidad", asegura el secretario técnico de la Fundación FOESSA, Raúl Flores.

Miguel vive con una prestación de 400 euros y, por suerte, aún no tiene problemas de salud mental ni adicciones de ninguna clase. En su situación, por desgracia, son muchos los que acaban sufriendo ambas afecciones. Y es que vivir solos en un coche acaba terminando con las esperanzas de cualquiera. Ahora, a sus 65 años, solo le queda esperar a que le aprueben la jubilación y que los médicos le eliminen el herpes zoster que tiene en el cuerpo y que tantas complicaciones le está dando. "Estoy esperando a ver si me lo quitan para poder ponerme una vacuna". Dos problemas con los que Cáritas Segovia lo está ayudando.

"Soy feliz, aunque no tengo nada", asegura este segoviano. "Creo que hay gente que tiene que estar bastante peor que yo. Con el tema de la guerra esas personas lo tienen que estar pasando bastante peor, así que hay que estar agradecido. La verdad es que estoy bien entretenido porque vengo a Cáritas a aprender y tengo un huerto bien majo. Tengo rábanos y he sembrado ajos. Luego me dedico a regar las plantas de todo el edificio. Así se me pasa la mañana, los lunes y los viernes. Eso ya lo tengo de hobby".

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