De profesión, impostora: ahora llega la 'pequeña Nicolasa'

Las trastadas con tintes de parodia nacional protagonizadas por Francisco Nicolás Gómez Iglesias y que inundaron los medios a finales del año pasado ya han creado escuela. Y esta vez no se trata de un joven imberbe de labia prodigiosa, sino de una mujer de 41 años, Rosa Ferreira, que se ha hecho pasar por asesora de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

Todo comenzó cuando la asociación Amigos San José Obrero, ubicada en Orihuela (Alicante), y que trabaja con niños en situaciones familiares difíciles, se dispuso a celebrar la inauguración de una pérgola construida por niños del colegio oriolano San José Obrero. Dicha asociación anunciaba días antes del evento la asistencia al mismo de la vicepresidenta del Gobierno, confirmada por una supuesta asesora suya, una tal Rosa Ferreira. Pero Soraya Sáenz de Santamaría nunca se presentó. Ferreira no sólo no es asesora de la vicepresidenta, sino que no presenta ningún vínculo con Moncloa. Todo fue un fraude.

El secretario general de la organización, Agustín Fuentes, conoció a Ferreira a través de las redes sociales, y llevaban hablando unos meses. La amistad prosperó y Ferreira le visitó en el centro educativo de la asociación, donde le propuso llevar a la inauguración a Santamaría.

Al evento acudieron el obispo de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, el vicepresidente de la Generalitat Valenciana, José Císcar, la consejera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana, y el alcalde de la ciudad, Monserrate Guillén, entre otros cargos y numerosos periodistas. Todos esperaron en vano a la vicepresidenta durante horas. Ferreira alegó finalmente que Soraya se encontraba “indispuesta” y no podría acudir. “Dijo que estaba en un punto indeterminado parada, por un problema de gastroenteritis. Después de bastantes horas, dijo que llegaba y que iba directamente a la comida. Pero en la puerta del restaurante estuvimos esperando de 20 a 30 minutos hasta que dijo que entráramos a comer que no iba a venir”, dijo Fuentes.

Desde Moncloa niegan que Ferreira tenga vínculo alguno con la vicepresidenta

El fraude se descubrió por una llamada de la Generalitat a Moncloa, intentando aclarar el suceso. Ahí fue cuando se supo que todo había sido un burdo engaño, ya que Moncloa negó que esta mujer tuviera vínculo alguno con la vicepresidenta. Fuentes se mostraba desconcertado antes los medios, diciendo no entender por qué había actuado así Ferreira, ya que dice “no pidió nada a cambio”.

Ferreira estudió Filología en la Universidad de Santiago de Compostela en 1990, y reside en Alicante, pese a sus orígenes gallegos. Tras unos días desaparecida en combate, ha hablado en el programa de Antena 3 Espejo Público para desmentirlo todo. Según ella, se trata de un complot político hacia su persona. "Hace tiempo que quieren ir a por mí. Y estoy hablando políticamente, lógicamente", explicó en el programa de Susanna Griso.

Ferreira dice que sus abogados demostrarán la verdad

Además, pidió que se investiguen las listas de Orihuela, alegando que en la asociación víctima de la supuesta farsa "la mayoría son alcaldes", por lo que, según ella, no sería casualidad que este caso se haya destapado en la víspera del inicio de la campaña electoral. Y no sólo eso. Ferreira se mostró indignada ante quienes la llaman pequeña Nicolasa. "Estoy cabreada y estoy harta del nombre de la Nicolasa, que no me he llevado ni un céntimo". Por último, añadió que ahora todo está en manos de sus abogados y que se demostrará "la verdad". 

Será cuestión de tiempo que el programa de turno la invite como entrevista estrella, como ya sucedió con su predecesor, para que cuente todos los detalles de "su verdad". Francisco Nicolás tenía su arsenal de selfies como prueba de que, al menos, físicamente había estado donde decía. Habrá que ver cómo se defiende Ferreira.