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Sociedad

Los controladores que abandonaron su puesto en el Madrid Arena y propiciaron la tragedia no han sido localizados

Miguel Ángel Flores, principal acusado por la tragedia del Madrid Arena

Miguel Ángel Flores empezó algo tenso su declaración de este miércoles ante la sala que juzga la tragedia del Madrid Arena. Se hizo un pequeño lío con las cifras de las entradas vendidas por Internet y el resto de canales, pero finalmente insistió en que sólo se habían despachado 9.600. Fue de menos a más explicando a la fiscal, que le interrogó en un tono sosegado, todas las circunstancias que se produjeron antes de la tragedia y después de la muerte de las cinco jóvenes. La jueza le hizo al final de la larguísima sesión dos preguntas respecto a la venta de las entradas que permitieron aclarar aún más el interrogatorio que le hicieron la fiscal y su propio abogado.

El problema para el empresario es que la opinión pública ha creído a la Policía cuando certificó que se encontraron 22.000 localidades 

El empresario y su letrado van a centrar su defensa, y así se vio este miércoles, en que las 22.500 entradas que encontró la policía en el edificio satélite no fueron utilizadas esa noche. Flores quiere demostrar que sólo había en el pabellón las diez mil personas cuyas entradas habían sido leídas por los lectores ópticos. Y niega haber manipulado los sistemas informáticos entre otras razones porque todo el material quedó en manos de la Policía nada más producirse la tragedia. Su principal dificultad es convencer al tribunal de que sólo las que figuraban como leídas son las reales.

El problema para el empresario es que la opinión pública (¿y el tribunal?) ha creído a la Policía cuando certificó en el sumario que se encontraron 22.000 localidades en el pabellón. Este miércoles insinuó claramente que él no tenía las llaves de ese edificio y que los que podían entrar eran Madridec (empresa municipal) y Seguriber. Explicó que había urnas sin candados en las que pudieron introducir miles de entradas sobrantes.

A partir de este jueves su abogado intentará demostrar a los jueces que la responsabilidad de la tragedia es de una institución pública (Ayuntamiento de Madrid) que no fue capaz de controlar la seguridad de un acto. Entre los que actuaron negligentemente esa noche está el vigilante de las cámaras de seguridad que faltó de su puesto de control durante una hora, especialmente en los momentos en los que se produjeron las primeras montoneras. Si hubiera dado aviso de estos primeros incidentes quizá no se hubiera producido el suceso.

El juez instructor y el fiscal coinciden en sus autos en que Miguel Ángel Flores es el principal responsable de la tragedia, pero no el único

Sin localizar

Pero hay varias personas que no han podido ser localizadas y así lo señala el fiscal. Cuando se comenzaron a producir las avalanchas entre los que querían subir a los pisos de arriba y los que querían bajar a la pista un responsable de Kontrol 34 puso a varias personas para impedir a los espectadores que subieran o bajaran advirtiéndoles de la situación de riesgo. Esta medida dio resultado y quedó prohibido bajar a la pista a partir de las 2.58. Pero a las 3.15 horas esas personas abandonaron el lugar y volvieron las avalanchas y al final, a las 3.35 la muerte de las cinco jóvenes. Esas personas no están en el banquillo de los acusados.

El juez instructor y el fiscal coinciden en sus autos en que Miguel Ángel Flores es el principal responsable de la tragedia, pero no el único. De hecho piden tres años para 12 personas más. Y de eso se servirá el abogado del empresario a partir de este jueves. Intentará demostrar que la “negligencia criminal”, de la que habla el juez instructor en su auto, fue la causa determinante del suceso. No parece que preocupe mucho, de momento, al instructor y al fiscal, que el pabellón no tuviera licencia y sí quién dio la orden para que tres mil personas del botellón vecino pudieran entrar sin pagar.

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