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Sociedad

¿Devoción o negocio? ¿Cuánto cuesta alquilar un balcón para la Semana Santa en Sevilla?

Varias personas presencian una procesión en Sevilla desde el balcón de una vivienda

Calle Argote de Molina, esquina con Placentines. Se alquilan dos balcones para Semana Santa en estancias separadas. Uno para entre cinco y seis personas y el otro, para diez. Por días o semana completa. Vistas espectaculares de todas las hermandades. Contactar sin compromiso. Posibilidad de contratar catering. Amueblado. Terraza. Calefacción. La batalla en Sevilla para hacerse con el mejor balcón desde el que ver el paso de Jesús del Gran Poder ha comenzado y los precios para alquilar uno no entienden de fe.

Arrendar un mirador en estos días de olor a incienso, nazarenos y música de cornetas puede superar los 1.000 euros por apenas unas horas, el equivalente a un mes y medio de alquiler en Sevilla, cuyo coste medio es de 740 euros. Los datos los arroja un estudio elaborado por el buscador inmobiliario Nuroa.es, que eleva a 2.000 euros el precio de un balcón para diez personas frente a la catedral. 

En portales como mybalcony.com, una empresa intermediaria que oferta pisos no sólo en Semana Santa sino también en otras fiestas como Las Fallas o San Fermín, el coste se puede disparar hasta 3.500 euros, más de cuatro meses de alquiler. Por supuesto, los precios varían en función del lugar y del día. No es lo mismo estar en una esquina en la que las hermandades se aprecian a lo lejos que rozar a la Macarena, la Esperanza de Triana y el Gran Poder, las tres hermandades más conocidas y las que más devotos tienen. Tampoco es lo mismo alquilar un balcón en Domingo de Ramos o Miércoles Santo que en plena 'Madrugá', misión imposible a día de hoy.

Un balcón en la noche del jueves al viernes para cinco personas puede costar 1.800 euros

En la calle Sierpes, uno de los puntos más buscados por los que quieren disfrutar del fervor de esta fecha, alquilar un balcón para cinco ó seis personas alcanza los 1.800 euros la noche del jueves al viernes frente a los 1.200 del miércoles o los 1.500 del sábado. A este coste, según asegura Anna Westermann, responsable de Nuroa, habría que sumar el de otros servicios que ofrecen estos espacios, como catering o wifi. 

En Málaga, el alquiler de balcones, terrazas y otros espacios situados en zonas privilegiadas para seguir las procesiones también se dispara de forma considerable. Tanto es así que, un balcón durante toda la semana puede costar el equivalente, o incluso superar el coste, de un mes de arrendamiento en la ciudad, cifrado en 666 euros de media. En Madrid también está proliferando tal práctica, aunque lejos de las cifras registradas en Andalucía.

Reventa de sillas

Quienes se llevan la mano al bolsillo con gusto en esta época suelen ser normalmente empresas que alquilan estos lugares "para invitar y ofrecer a sus clientes o amistades la posibilidad de seguir la procesión desde una perspectiva privilegiada". Asimismo, hay turistas con elevado poder adquisitivo, "aunque no son mayoría", según Westermann. Familias con carritos de niños pequeños o personas con movilidad reducida también forman parte del abanico de potenciales clientes. Saben que el horario de entrada es una hora antes de que comience el primer paso y que deben salir 30 minutos después del final.

La lista de espera para acceder a los palcos oficiales, cuyo coste es de 800€, es de varios años

Los vecinos, por su parte, han terminado imponiendo normas de conducta para los devotos visitantes, a quienes han prohibido fumar en los balcones para evitar ceniza y quemaduras en los pisos inferiores y entre el público. 

Al margen del alquiler de balcones, el mercado oficial para disfrutar de un sitio privilegiado en la 'carrera oficial' de las procesiones de la Semana Santa de Sevilla es recurrir al arrendamiento de las sillas y palcos que facilita el Consejo de Hermandades y Cofradías, que paga al ayuntamiento una tasa por ocupar la vía pública. Sin embargo, acceder a los palcos no es tarea fácil. La lista de espera es de varios años y el abono, que ronda los 800 euros por toda la semana, se transmite de padres a hijos. En el caso de las sillas, con un coste de entre 70 y 150 euros, entra en juego la picaresca de la reventa.

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