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Presidente del Colegio de Médicos de Madrid: "La gente debe ser consciente de que esto puede volver a ocurrir"

Miguel Angel Sánchez Chillón, presidente del Colegio de Médicos de Madrid

Preside el Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM) desde hace cuatro años. Su sugerencia sobre la necesidad de esperar para el cambio de fase de Madrid no ha sentado bien en la Comunidad. Esta semana la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, excluyó al órgano colegial que dirige de una reunión con otros colectivos sanitarios. Miguel Ángel Sánchez Chillón (Madrid, 1958) prefiere rebajar la tensión: "Obviamente nos van a llamar en breve. No pueden prescindir de la medicina en la mayor crisis sanitaria en mucho tiempo".

La trayectoria profesional del presidente del ICOMEM está ligada a la Medicina de Familia (trabaja en Atención Primaria) y a la cooperación. Ha ocupado cargos directivos en ONG como Médicos del Mundo y en la Fundación Antisida. Sánchez Chillón habla con Vozpópuli la misma tarde en la que se conoce la muerte de otro compañero por covid-19: Alberto Tejedor, catedrático de la Universidad Complutense y nefrólogo del Hospital Gregorio Marañón, ahora azotado por el dolor. "Que piensen lo que ha sido vivir esto y, para los sanitarios, trabajar en las condiciones en las que trabajaban. Ni como médicos, ni como sociedad, estábamos preparados", reflexiona.

La decisión de Isabel Díaz Ayuso, de excluir al Colegio de Médicos de Madrid en un encuentro con sectores sanitarios celebrado el pasado martes, tal y como adelantó la Cadena Ser, ha causado un enorme revuelto. Al encuentro sí se citó a representantes del Colegio de Enfermería, el de Farmacéuticos, el de Odontología, e incluso, a especialistas de los hospitales Doce de Octubre y La Princesa.

Sánchez Chillón apuesta por la conciliación. "Siempre hemos tenido una buena relación con el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. Cuando tengamos que entrar en temas técnicos, nos van a llamar. Los médicos tomamos decisiones en base a criterios clínicos y no miramos la situación personal de cada uno en cuanto a condiciones o ideología", zanja el presidente del ICOMEM.

Evitar una situación complicada

En esos términos, añade, se expresó, el pasado viernes, en base a los datos que barajaban indicando que Madrid no estaba preparada para pasar de fase. La propuesta fue "conservadora" admite Sánchez Sillón. Y lo argumenta: "si la ciudadanía ha aguantado de una forma heroica estos más de dos meses, el que pidamos que tengamos paciencia para aguantar unos días más, hasta que la situación sea favorable, no es más que ser prudentes para no meternos en una situación complicada".

La Atención Primaria española "tiene un nivel altísimo y está capacitada para asumir esto, pero la plantilla está mermada y los centros de salud partidos en dos por la covid-19"

El representante de los médicos madrileños apunta a Atención Primaria como el principal escollo para ese avance en la 'desescalada': "no están como antes de la crisis, están peor. Las plantillas mermadas, fatigadas, estresadas y anímicamente se puede imaginar que no somos de plástico". Parte de esa plantilla, precisa, está trabajando en exclusiva para la atención del coronavirus. "El otro 50 % ya no es el 50 % de la plantilla original y, sin embargo, se tiene que encargar de asistir al 100 % de lo que tenía que hacer previamente", detalla.

La Atención Primaria española, resalta el presidente de los médicos de Madrid, "tiene un nivel altísimo y está perfectamente capacitada para asumir esto. Ha demostrado ser tremendamente versátil y tener una enorme capacidad de resolución. Los médicos de familia pueden estar trabajando en el centro de salud, en urgencias hospitalarias o extrahospitalarias, en Ifema o como técnicos en muchos centros sanitarios, pero evidentemente la plantilla está mermada y los centros partidos en dos por la covid-19".

El rastreo necesita refuerzo de personal

Señala que hay centros con "deficiencias" y, además, precisa, quedan centros de salud (también de Urgencias) cerrados. "Y sobre todo hay miedo, miedo a haya un repunte. Si con todo lo que hemos pasado solo se ha contagiado el 5% de la población española, el 11 % en Madrid, quiere decir que en la Comunidad queda un 89 % de personas vírgenes de virus, por lo que no nos podemos arriesgar a poner a la población en situación de riesgo cuando no tenemos identificados quiénes son los contactos".

Sánchez Chillón insiste. La Atención Primaria está sobrecargada de trabajo: "es lo que había antes más los que tenemos de nuevo y encima se pretende hacer un estudio epidemiológico para tener identificada a la mayor parte de población que esté infectada". Destaca que es un trabajo de campo "muy importante y que necesita mucho esfuerzo, con el personal suficiente. La Comunidad pretende contratar para hacer ese rastreo a personal técnico, no sanitario. Es decir, no van a reforzar los centros sanitarios".

"No cabe en ninguna cabeza pensar que nadie la tiene emprendida con la Comunidad de Madrid. Madrid y Barcelona han sido las dos ciudades que más han sufrido", dice el presidente del ICOMEM

Desde el ICOMEM aseguran que si Madrid no pasa de fase no es por motivos políticos. "No cabe en ninguna cabeza pensar que nadie la tiene emprendida con la Comunidad de Madrid (para que no avance en la 'desescalada'). Madrid y Barcelona han sido las dos ciudades que más han sufrido. Sólo decimos que seamos prudentes: ojalá salgamos de esto cuanto antes, ojalá que la vida y la economía se reactiven porque eso nos afecta a todos".

Cita, por ejemplo, a los médicos de ejercicio libre que trabajan por cuenta propia y que en estos momentos atraviesan una complicada situación, muy precaria resalta, porque han tenido que cerrar sus consultas. El ICOMEM, señala, les dará soporte para salir adelante, asegura.

El virus, el único enemigo

El presidente de los médicos madrileños dice que el papel del órgano colegial es "ayudar a la administración local y central". Y agrega que "nadie puede pensar que la administración no quiera acabar con esto cuanto antes. Las medidas que se toman, a pesar de que son anti-populares, se toman porque se entiende que es lo mejor para todos y la ciudadanía lo ha entendido de tal manera que, de una forma sumisa, hemos aceptado el confinamiento".

Miguel Ángel Sánchez Chillón recuerda que "nadie ha vivido una situación epidemiológica en un país rico como la que estamos viviendo en este momento". Hay que levantar la voz, dice, para que "la gente sea consciente de que puede volver a ocurrir y esto es el principio de una nueva era: que los microorganismos son nuestro principal enemigo y que son el único enemigo que tenemos".

"Había compañeros que decían: 'No sirvo para esto', cuando no sólo estaban sirviendo, sino dando el 150 %"

"Los que nos hemos dedicado a la cooperación y hemos salido a otros países, sabemos lo que es ver morirse a la gente, pero no estábamos preparados como sociedad para esto", señala el presidente del ICOMEM que, en estos meses, ha visto llorar a muchos compañeros y compañeras que, incluso, se llegaron a plantear abandonar la profesión. Decían textualmente: 'No sirvo para esto', cuando no sólo estaban sirviendo, sino dando el 150 %, pero les daba la sensación de que no llegaban a lo que les exigía la situación".

Sus compañeros y compañeras, relata, están en estos días "mucho más sensibilizados, padeciendo insomnio o sin conseguir evadirse del problema y concentrarse en otros temas que no sean coronavirus. "Que haya un repunte genera un cuadro de miedo entre los médicos", precisa. 

El sufrimiento de los médicos de residencias

El presidente del Colegio de Médicos de Madrid también recuerda a sus colegas de las residencias de mayores o de los centros para personas con discapacidad. "Es un colectivo relativamente heterogéneo a pesar de que no son muchos. Han sufrido y han caído enfermos; ha habido momentos críticos, sin médicos para dar asistencia a las residencias: ha sido devastador".

Los médicos de las residencias, añade, "no están en muchos casos tan perfectamente integrados en el sistema, porque, en algunos casos, vienen de países extracomunitarios y no tienen sus títulos homologados". El virus, concluye Miguel Ángel Sánchez Chillón, "nos ha sacado las vergüenzas. Creíamos que teníamos bien asistida a la población dependiente y se ha demostrado que estaban totalmente desasistidos y han caído". 

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