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Una de cada diez residencias no tiene un plan ante la segunda oleada del coronavirus

Una mujer con mascarilla en una residencia de Madrid

Durante la pandemia del coronavirus ha fallecido una media del 5,5% de los usuarios de las residencias españolas: en torno a 20.000 personas. Pero, lo que es peor, ya inmersos en la segunda oleada pandémica, uno de cada diez de los centros sociosanitario sigue sin disponer de un plan de respuesta frente a la covid-19. Son algunos de los datos que contiene el estudio estudio 'Análisis de la situación de las residencias sociosanitarias en España', presentado hoy por la Mesa de la Profesión Enfermera, integrada por el Consejo General de Enfermería y el Sindicato SATSE.

Se trata de una investigación realizada gracias al trabajo de campo de 250 enfermeras con la colaboración de la Sociedad de Enfermería Geriátrica y Gerontológica (SEEGG), el Instituto Español de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería y el Instituto Análisis e Investigación. Una radiografía del sector en toda España, con datos por comunidades autónomas, que la Mesa de la Profesión Enfermera acordó poner en marcha a comienzos del verano. 

Para realizar el estudio, según informan desde la Mesa del Sector, se analizaron un total de 272 centros sociosanitarios de toda España con representación en todas las comunidades. La muestra contaba con un 25,3% de centros públicos y un 74,3% privados o concertados, de todos los tamaños en cuanto a número de residentes.

20.000 residentes fallecidos

El estudio indica que, durante la pandemia, se hicieron test al 91,5% de los residentes, de los cuales el 18% dieron positivo. Llama la atención especialmente que del total de positivos detectados, un 33,8% de los residentes eran asintomáticos. El número de test realizado es muy similar en las residencias públicas y privadas, pero en lo que respecta a resultados positivos de infección, estos son mayores en los centros públicos.

Entre las cifras más dramáticas que el informe pone sobre la mesa es que, durante la pandemia, falleció una media del 5,5% de los residentes de los centros, lo que, según sus datos, se traduciría en 20.000 mayores muertos a causa de la covid-19. Según este estudio, el 2,6% de los mayores a los que no se les hizo un test tenía síntomas de coronavirus. 

En el caso de los trabajadores, el 94,9% de los centros ha realizado las pruebas a sus trabajadores y un 11,3% dieron positivo. Sobre la disponibilidad de equipos de protección individual, se habla de "una escasez generalizada, escasez todavía más acuciante en las residencias públicas: 14% mayor en la públicas que en las privadas". 

En la mayoría de las residencias, los profesionales de enfermería y otros trabajadores tuvieron que reutilizar el material de protección. Además, un tercio de las residencias (33,1%) se vieron obligadas a fabricarse su propio material ante la indisponibilidad de material oficial y homologado.

Sin planes para la segunda ola

Otro aspecto que denuncia el informe es que actualmente, en plena segunda ola, tan solo un 7,4% de los centros tenía elaborado previamente un plan de respuesta ante situaciones similares. Uno de cada diez de los centros sociosanitarios analizados (un 12,5%) sigue sin disponer de ese plan, lo que desde  el colectivo se considera "un dato tremendamente preocupante cuando estamos ya inmersos en la segunda oleada de este virus, que fue demoledor con las personas mayores y con las residencias".

Para realizar el análisis se pidió a las enfermeras que valoraran si los centros estaban preparados para una segunda oleada por la pandemia del coronavirus. La respuesta fue clara y contundente: a pesar de que existan planes de respuesta, a juicio de los profesionales, casi la mitad de las residencias (46,3%) no están preparadas para una segunda ola.

Faltan enfermeras en las residencias

El informe subraya "el elevadísimo número de residentes que tiene asignado cada enfermera en el sector sociosanitario". Un porcentaje que se incrementa en los turnos de tarde y noche y de fin de semana. Así, una enfermera tiene asignado un total de 46 residentes por la mañana y 71 por la tarde. En el caso de los domingos y festivos la cifra se eleva a 71 pacientes por enfermera en los turnos de mañana y 92 por la tarde.

En el caso de las residencias privadas, según SATSE, se llegan a superar los 100 residentes asignados en los turnos de tarde de fin de semana. Los centros de gran tamaño tienen menor ratio enfermeras por residente y, en el turno de noche, según el informe, se "reduce drásticamente" la dotación de profesionales incluso en la atención a grandes dependientes.

Esta "sobrecarga tan brutal" según las enfermeras obliga a las profesionales a tener que delegar algunas tareas y actuaciones en el 93,7% de los centros, las cuales son realizadas fundamentalmente por auxiliares y los llamados gerocultores.

En lo relativo a la retribución anual que percibe una enfermera, el análisis señala que el 70% de las residencias privadas paga menos de 20.000 euros brutos anuales a sus enfermeras; frente al 73% de las residencias públicas que sí superan esa cantidad. Las residencias de menor tamaño son las que menos pagan a las enfermeras.

No hay historias clínicas comunes

El estudio también llama la atención sobre una de las "grandes asignaturas pendientes de los centros sociosanitarios": la historia clínica de sus residentes. Sólo 3 de cada 10 residencias tienen historia clínica compartida con otros centros. Las residencias públicas obtienen mejores datos al respecto: 44,3% tienen esos datos compartidos.

Desde el punto de vista asistencial reseñan el hecho de que las residencias públicas son las que cuentan en mayor medida con una unidad de hospitalización frente a las privadas (38,6% vs 21,8%).  Otro aspecto que llama la atención es que los centros analizados no tiene ningún tipo de coordinación con Atención Primaria, pero es  mayor en las residencias públicas (77,1%) que en las privadas (66,8%)

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